En el fondo la película no cuenta nada más que una historia de amor optimista y amable (si exceptuamos el capítulo que transcurre en Memphis, de tono trágico: de lo mejor de la película, además). Cambias a Jude Law por Tom Hanks, a Norah Jones por Meg Ryan y a Wong Kar Wai por Nora Ephron (directora/guionista de "Algo para recordar" o "Tienes un e-mail") y obtienes la típica comedia romántica que ha arrasado la taquilla en más de una temporada navideña. Entonces, ¿cuál es la diferencia? La diferencia es la mirada. Una estética inconfundible, una inquietud palpable por lograr que cada plano, cada encuadre, cada fotograma pueda sacarse del celuloide, enmarcarse y colocarse en cualquier exposición de arte fotográfico de vanguardia. La saturación del color y el grano de la película, la cámara que se asoma por las ventanas y escudriña desde cada rincón de la habitación, logrando calidez y cercanía, haciendo partícipe al espectador de la atmósfera de cada escena. Los ambientes urbanos capturados por Wong Kar Wai, con querencia demostrada por los locales nocturnos, las camareras y las luces de neón, resultan cercanos, cotidianos, vividos: costumbrismo del siglo XXI. Despersonalización, deslocalización: cualquier ciudad, cualquier noche.
"My blueberry nights" es la primera ocasión en la que el director occidentaliza su reparto, lleno de buenos actores. David Strathairn (el que deseaba "Buenas noches y buena suerte" en la película de George Clooney) y Rachel Weisz se entregan a fondo en su papel de pareja rota: pasión dramática de días de vino y rosas. Incluso Natalie Portman parece abandonar su eterno rol de tierna lolita del barrio (así la llamaban, hace ya muchos años, en "Beautiful Girls" de Ted Demme) y domina sus escenas con aplomo. El director también saca a Norah Jones de los estudios de grabación y las salas de conciertos y la coloca delante de la cámara, con un resultado aceptable. Ese plantel de caras conocidas, de las que llevan público a la sala por el mero hecho de aparecer su nombre en el cartel, puede producir la sensación de que esta es la película más comercial del autor. Puede que sí. De cualquier modo supongo que a la mayoría de las estrellas les encanta rodar con directores de culto que aporten credibilidad y consistencia a sus bamboleantes carreras. ¿Qué actor no querría salir en una de Woody Allen o de Tarantino o de Kusturica? El día que Almodovar cruce el charco (si lo cruza) ¿quién saldrá en la pelicula? ¿Uma Thurman arrojando un contestador por la ventana? ¿Johnny Deep travestido cantando un bolero?
Con esta, 200 entradas van ya en este blog. Sin prisa, pero sin pausa.
La tengo pendiente...
ResponderEliminarSigo teniendo en mente las delicadas escenas de Deseando amar y la música que me llevó en 2046.
En ocasiones algo recargado pero no puedo evitar que me hipnotice sin saber la razón.
Un beso, Licantropunk.
Uno de mis directores favoritos. Probablemente tengas razón en que esta es su película más comercial, pero lleva también su inconfundible sello. Seguramente es eso: su mirada, además de saber plasmarla.
ResponderEliminarFelicidades por esos 200 posts. De vez en cuando leo alguno antiguo, que lo sepas...
Saludos ;)
Esa es precisamente la diferencia, la mirada del cineasta asiático. Y no tiene comparación con una comedieta de la Meg y Cia. Otra cosa importante aquí es la banda sonora, que yo compré, y es excelente. Es un estado de ánimo hecho película.
ResponderEliminarMargot: gran director, muy personal. La hipnosis del espectador: es verdad.
ResponderEliminarbabel: gracias por la felicitación. Los antiguos van quedando: no se borran como lágrimas en la lluvia, no.
Blanca: me tengo que hacer con la banda sonora, aunque el estilo Norah Jones no es de lo que más me gusta.
Saludos a todos.
Wong Kar Wai es un director que tengo todavía pendiente en hacerlo presente en mi blog.Interesantísimo y diferente a todo lo que vemos.Su cine no se agota con una sola visión y sus puntos de referencia son riquísimos partiendo de la situación historica de la China Continental y los cambios sufridos a lo largo de los años cincueta.Su Hong Kong está más cerca de los hijos del Blade Runner y enlaza perfectamente con la magnífica obra de Haruki Murakami.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que de las películas de Wong kar-wai que he visto, sólo me ha gustado menos Fallen angels,pero realmente no creo que fuera peor. A lo mejor es que me fui al cine con demasiadas espectaivas, no sé. Pero la historia me ha parecido la más simplona de las hasta ahoraa contadas. Las típicas "explicaciones de la historia" (cansinas, redundantes y muchas veces, pedantes) de los diálogos de sus películas (será por haberlos visto en boca de actores más conocidos, no sé) me han...molestado no es la palabra,pero se acerca, más que otras veces. No ha me gsutado nada Jude Law y la historia de Raquel Weist (precisamente ese monólogo en la calle acabó con mi paciencia) me ha parecido bastante insustancial, cuando supongo que pretende lo contrario... Sólo la historia en la que aparece Natalie Portman salva, en mi opinión, al conjunto. Y lo debe de hacer bien porque, con todo, salí bastante contenta del cine.
ResponderEliminarPerdonad que despotrique así. Es que el álgebra me pone de muy mal humor...
¡saludos!
Anikaa: muy mal eso de poner a parir al gran director por el efecto colateral de una indigestión de teoremas. No es su película más brillante, ni mucho menos. De todos modos en su obra siempre importa el cómo se cuenta, no el qué se cuenta, que es totalmente secundario. De hecho se distingue por rodar con un argumento básico, sin un guión preestablecido. Hipnotizador ilusionista.
ResponderEliminarSaludos y suerte con los exámenes.