jueves, septiembre 10, 2015

"Lawless", de John Hillcoat

La Ley Seca, promulgada por el gobierno de Estados Unidos en el año 1920 y que estuvo vigente hasta 1933, supuso, además de un intento fallido de reconducir las ansias etílicas de toda una nación hacia anhelos más virtuosos, un filón inspirador para una generación tras otra de guionistas de Hollywood. Aquella ley tuvo sobre la sociedad de la época un desagradable (no sé si inesperado: algo así podían suponer los políticos que acabaría pasando) efecto secundario, que fue el de generar una boyante economía ilegal alrededor de la fabricación, distribución y venta de bebidas espirituosas: del alambique oculto en medio del monte, al lingotazo en la barra de un bar clandestino: todo a hurtadillas y sin pagar ni un céntimo en impuestos, más allá de financiar con disimulo la ceguera de funcionarios públicos. Una mina de oro al alcance de los osados para explotarla, pero también de los capaces de proteger, a toda costa y sin escrúpulos, su margen de beneficio. A gánsteres trajeados al estilo Capone y a garitos elegantes al borde siempre de la redada, se le han dedicado toneladas de fotogramas.
"Lawless" emplea su celuloide en una parte menos vista del proceso productivo de whisky a gogó. La película cuenta, basándose en hechos reales, las andanzas de los hermanos Forrest durante los años de la prohibición, un trío de paletos de Virginia que se dedicaban a la destilación y el contrabando de alcohol casero a los pies de los Apalaches. Sueños de grandeza, vida loca, sin dios ni amo. Estados Unidos ha construido una mítica curiosa tomando como base a los delincuentes que han teñido de sangre su territorio a lo largo de su no muy extensa historia, pero que sin duda es una historia de violencia. De Billy "el Niño" a John Dillinger, pasando por un largo etcétera, asaltan al espectador de las salas de cine nombres legendarios que atestiguan los actos de brutalidad salvaje que jalonaban las páginas de sucesos, nombres que han arraigado con fuerza en la cultura popular de allí y, por efecto del cinematógrafo, de todas partes.
Y brutalidad no le falta a "Lawless", una película con un reparto sorprendentemente estelar (Shia LaBeouf, Tom Hardy, Gary Oldman, Mia Wasikowska, Jessica Chastain, Guy Pearce; a Tom Hardy me lo encuentro este año en dos de cada tres, pero en ésta lo encuentro especialmente bien) y una ambientación formidable, pero que no va a alcanzar el Olimpo del género, es decir, todas aquellas producciones gansteriles que no quiero enumerar, y cuyo título está grabado a fuego en la cartelera de la memoria. Las casi dos horas de cinta de "Lawless" se quedan cortas para que la acción se asiente en hechos vitales suficientemente desarrollados, de modo que parece apresurada, terminada con urgencias inexplicables. Lo que podría haber sido un relato épico (de la mítica a la mística) de las circunstancias de la Ley Seca, contempladas desde un punto de vista desacostumbrado, se queda en lo dicho, en página de sucesos, no en retrato de una época, condición necesaria para que las películas de esta clase se vuelvan eternas.

7 comentarios:

  1. no es un mal tema a tratar auqnue lo hemos visto mil veces.... que ridiculez esa ley no? salu2 master...

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    1. Lo hemos visto más veces aunque este punto de vista "rural" me parece mucho menos explotado

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  2. Mr. Licantropunk, por mi memoria paso sin pena ni gloria, una mas, ya ni me acordaba de ella. Saludos.

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  3. Entonces entiendo que se esperaba más de ‘Lawless’ y que se ha quedado como una película correcta con un argumento de época en atmósfera de western. Saludos

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    1. La verdad es que nos metimos a ver "Lawless" porque en Salamanca están programando un ciclo de cine en versión original y era la película que tocaba aquella tarde. No tenía ni idea del argumento así que no esperaba nada de ella, pero después de verla me queda cierta sensación de guión desaprovechado, de haber visto una historia con unos presupuestos argumentales (y un reparto, y una ambientación) que podrían haber dado origen a una película de las que hubieran perdurado, una película hito. Se quedó en entretenimiento con exceso de hemoglobina.

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  4. Quizás sea por su director. Capaz de imprimir cierto aire melancólico a cualquier cosa que toque. Pero me gusto y bastante, tanto la lentitud de la historia, como esa sensación de que todos los que salen han nacido para ser asesinados. Cuidate

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