Hace poco vi por televisión un documental dedicado a la mítica banda de rock llamada "The Doors" y, sobre todo, a su no menos mítico (o más aún) cantante Jim Morrison. Al final aparecía un texto en la pantalla que aseguraba que ninguna canción del grupo había sido utilizada jamás en un anuncio publicitario, como si eso fuera un hito, una hazaña, una demostración increíble de que el legado de aquellos músicos, uno de los más extraordinarios e influyentes que nunca haya habido, ha sido conservado de forma cuidadosa. Los testamentos traicionados en el mundo de la publicidad tienen ejemplos de lo más sangrante: Julio Cortazar, Steve McQueen, uno reciente con Igor Stravinsky, etc.: todos vendiendo coches después de muertos. ¡Para lo que hemos quedado!
El dibujante belga Peyo (Bélgica es una mina de la tira ilustrada: "Tintín" de Hergé, "Lucky Luke" de Morris, "Spirou" de Franquin), ya fallecido, fue el padre de esta raza de duendecillos azules que vivían durante la Edad Media en un pueblo de pequeñas casas en forma de seta, escondidos en un recóndito bosque, y que sufrían el acoso permanente del malvado brujo Gargamel y su infernal gato Azrael. Sus aventuras llegaron a España en los años 80, con los álbumes de la colección Olé! publicada por Bruguera (en alguna caja debo tener varios de ellos; la editorial Planeta DeAgostini los reeditó no hace mucho tiempo en tapa dura) y como serie de dibujos animados para televisión producida por la compañía estadounidense Hanna-Barbera.
-¿Por qué sois de tono azul? -Porque no hay viento del Sur -¿Tocáis alguna tonada? -Sí, con una flauta encantada. Recuerdos de páginas cientos de veces leídas. Conocidos en todo el mundo, en España lograron ser también personajes muy populares: bautizaron como género a la policía municipal de cualquier ciudad española.
Las tramas que yo recuerdo de "Los Pitufos", tanto en el tebeo como en la tele, estaban muy bien: cada pitufo con una idiosincrasia diferenciada en carácter, nombre y rasgos que permitía distinguir a los personajes, sus fortalezas y debilidades, y así formar historias de enredos y aventuras de las que sólo salían triunfantes por una sólida conciencia de grupo, de tribu: la unión hace la fuerza, aunque midas un palmo o precisamente por eso. Se añade a las viñetas sentido del humor y un dialecto propio (el más simple nunca visto: algunos sustantivos son "pitufo", para los verbos "pitufar", los adjetivos "pitufado" y así) que es sencillo de entender en el contexto general de la frase. Ahora vuelven como una película hollywoodiense en 3D y a alguna ¿mente?¿pensante? le debió parecer una idea genial que viajaran en el tiempo, a la época actual, y fueran a parar a Nueva York. Y como ese ¿creativo? seguro que concibe los gustos infantiles por las nefastas teleseries que emite Disney Channel y sus estereotipos de chavales consumistas y medio imbéciles, les hace caer en manos de un publicista ñoño (yo habría elegido a Don Drapper el de "Mad Men": hubiera sido la bomba una película infantil con un pitufo fumándose un Lucky Strike) de una empresa de cosméticos y su mujer embarazada con pinta de lela, de modo que los pitufos terminan jugando a Guitar Hero, cantando rap y yendo a unos grandes almacenes: ¡qué se vean bien esos nombres de marcas! A los pitufos tridimensionales en vez de piel se les proporciona una textura de felpa y se les coloca unos ojos vidriosos de muñeco, para que padres e hijos tengan claro el peluche que tienen que comprar al salir del cine. Mención aparte para el lamentable Gargamel de carne y hueso que se han sacado de la manga para la ocasión y que resulta ser de lo peor que se puede contemplar en la cinta. Echo un vistazo a lo que ha dirigido Raja Gosnell hasta el momento y aparece "Solo en casa 3", "Scooby-Doo", "Esta abuela es un peligro" y "Un chihuahua en Beverly Hills": este tipo debe ser de los directores más ricos de Hollywood y lo digo en serio.
Esperemos al menos que sirva para que algún niño le eche un vistazo a la obra original, la de Peyo, y descubra lo que es en realidad pitufante.
Bueno, veo que te has contenido por los niños... ¿Cómo se titula ese reportaje sobre los Doors? Parece pitufante, como bien dices.
ResponderEliminarPues sí, era un documental que no estaba nada mal. ¡Y yo hablando de "Los Pitufos"! El documental se titulaba "When You're Strange". A ver si lo puedes ver y me comentas.
ResponderEliminarWhen you're strange
Faces come out of the rain
When you're strange
No one remembers your name
Pues eso no le pasó a Jim Morrison, fijo.
Saludos.
No hay derecho. Con lo secretamente deliciosos que eran los cómics...
ResponderEliminarsaludos
Pues esta era una de las que tenia ganas de ver. Digamos que los recuerdos pese a todo podran mas que las criticas negativas. Ya te contare. Saludos
ResponderEliminarHola Licantropunk. Ya perdonarás que se me había olvidado enlazar tu blog con el mío...si es que soy un despistado. En fin, lo de Lo de los Pitufos 3D tasn solo es una aberración más del parque de atracciones en que se ha convertido la industria cinematográfica. Muy bueno lo de los pitufos que rebautizaron al cuerpo de policía de todas las ciudades españolas...jejeje. Los Pitufos fueron muy importantes en España y yo también conservo ciertos libros de tapa dura. También los tuve en muñequito de goma y todo eso. Peor resucitarlos en 3D me partece demasiado ¿no? En fin, espero que, como dices, sirva para que los niños de ahora recuerden los antiguos pitufos. Un abrazo.
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