Cada noche, poco antes de las diez, Radio Belgrado (Yugoslavia ocupada) emitía una canción que hacía que las ametralladoras se detuvieran durante breves instantes. Del cabo Norte a Trípoli, de Stalingrado a Bastogne, no se oía otra cosa en las trincheras alemanas. Goebbels, ministro de propaganda, la juzgó como una tonadilla con olor a muerte que bajaba la moral de la tropa y terminaría por introducirla en una lista negra: prohibido cantar, prohibido escuchar. Pero el tema ya había roto fronteras y era popular en ambos bandos: si callaba Radio Belgrado, hablaba Radio Calais. La canción del soldado que añora lo que deja atrás o lo que nunca llegó a tener: melancolía de trinchera: deseo de una piel tibia y unos labios ardientes o el abandono en un abrazo entre sabanas blancas. Una canción intemporal que sobrevivió a la guerra y que fue adoptada por otras naciones, otros idiomas. Edith Piaf en francés, Marlene Dietrich en inglés. Incluso mi generación escuchó la canción cientos de veces en su versión española, cantada por Marta Sánchez: por ti, Lili Marleen.Fassbinder inunda la pantalla de reflejos dorados, fotogramas cuajados de destellos en una iluminación barroca marca de la casa. Se cuenta un romance imposible entre dos amantes, dos actores de distintas procedencias: la cabaretera interpretada por Hanna Schygulla, belleza germana de aire campesino, y el galán millonario, judío partisano, que se esconde tras las ojeras canallas del lánguido Giancarlo Gianninni. Y de rondón se cuela el sentimiento de culpa postbélico del pueblo alemán: el pecado siempre es del vencido (estoy leyendo el magnífico libro "Postguerra", de Tony Judt: refugiados, pogromos que siguen produciéndose en Polonia después de la guerra, desplazamientos forzosos de pueblos enteros: el conflicto nunca termina tras el armisticio y siempre quedan heridas por cerrar, a veces durante años, a veces no se cierran nunca).
Cine a caballo entre clasicismo y modernidad, los últimos suspiros del melodrama en una cámara que anuncia nuevas estéticas.
Wie einst Lili Marleen.


