La pregunta no la puedo dejar sin respuesta, habrá que intentar resolverla, y rápidamente se me ocurre pensar que al igual que en muchas otras películas, su nombre puede llegar desde una fuente literaria. Y por esa pista se cruza la meta con el poema "And did those feet in ancient time" de William Blake:
And did those feet in ancient timeGloria eterna a Inglaterra, tierra prometida, para unos versos de rotunda inspiración bíblica y que sin la menor duda alcanzan a una cinta en la que se glosa sin rubor el pasado patriótico, realizando una mirada melancólica hacia el poder, ya en declive, del Imperio Británico en el periodo de entreguerras, a sus tradiciones, su flema, su clasismo y sus rígidas convenciones sociales, pero colocando el foco en la denuncia del antisemitismo de la época, fuertemente arraigado en aquella sociedad europea. Será "Carros de fuego" una película que ahora nos sorprende por su profunda raíz religiosa, con dos corredores, Harold Abrahams (Ben Croos) y Eric Liddell (Ian Charleston), un judío mundano y un cristiano ferviente, que compiten por algo más que por un puesto en el podio, dos atletas que en la pista trascienden el objetivo de aupar la nación común que adorna sus camisetas a la gloria olímpica y llevar esa carrera hacia una misión sagrada. En cuanto a decidir a quién le coloca moralmente el director Hugh Hodson la corona de laurel, esa es una pregunta que no me toca responder a mí, no, sino a cada uno para sí.
Walk upon England's mountains green?
And was the holy Lamb of God,
On England's pleasant pastures seen?
And did the Countenance Divine
Shine forth upon our clouded hills?
And was Jerusalem builded here
Among these dark Satanic Mills?
Bring me my Bow of burning gold:
Bring me my Arrows of desire:
Bring me my Spear: O clouds unfold!
Bring me my Chariot of fire!
I will not cease from mental fight,
Nor shall my Sword sleep in my hand:
Till we have built Jerusalem
In England's green and pleasant Land.