Al fin, la caída, en este larguísimo prólogo de "La Guerra de las galaxias", estas precuelas que suponen los episodios I, II y III, agujero de gusano que nos conduce directo al año 1977 y a la siguiente generación de los Skywalker. El angel caido del universo maniqueo de George Lucas. La soberbia, la ira. ¿Qué mejor que la matanza de los inocentes jovenes Jedi para corroborar el descenso a los infiernos, camino sin retorno pavimentado de buenas intenciones? La tragedia esta servida. Y todo encaja de la mejor forma posible, ha tenido 28 años para pensárselo.
Es sabido que "La guerra de las galaxias" cambió la industria del cine. Primero fué Spielberg con el taquillazo de "Tiburón" en 1975, pero luego Lucas demostró que la recaudación no termina en la taquilla sino que continúa en las jugueterias y en los grandes almacenes. Money, money. De hecho, el más rico de Hollywood.
Y esto es cine, el más espectacular que se haya visto nunca. Y todo es falso, pero también lo era el bar de Casablanca, que tuvieron que inventarlo después de la película, para que los turistas tuvieran donde ir.
Lo peor de esta, y de las dos anteriores, monigotes aparte, sin duda han sido los dos actores que han encarnado al futuro Darth Vader: Jake Lloyd y Hayden Christensen. El primero por hacer de niño baboso (claro, que con el complejo de Inmaculada Concepción de la madre: cómo narices le explicaba al muchacho de dónde vienen los niños, el pobre debía estar hecho un lio pensando que su padre eran un montón de bichos que se habian cepillado a su madre) y el segundo por ser el perfecto adolescente descerebrado: va armado, conduce a toda leche, no le hace caso a su maestro, prepara un cristo cada vez que le llevan la contraria y encima deja preñada a la novia (normal, con las explicaciones de la madre). En fin, o se hacía informático o acababa en el reverso tenebroso. La elección era clara.
Siempre nos quedará Han Solo.
martes, mayo 24, 2005
martes, mayo 17, 2005
"La ley de la calle", de Francis Ford Coppola
The motorcycle boy reigns.
Seguro que Coppola no se atrevería a volver a hacer una película como esta. La hizo a continuación de "Rebeldes" y en esta cuenta lo que en la otra se calló: los sueños rotos de la juventud en 1983: la droga.
Repiten Matt Dillon y Diane Lane en papeles muy parecidos, muy buenos. Mickey Rourke es el perfecto chico de la moto, Dennis Hopper haciendo de si mismo y Tom Waits como barman vigilante (el bar se llama 'Bennys', como el que pusieron donde estaba 'el Persa', que ya no existe, enfrente de 'La Iguana', que ya no existe).
Película pesimista, rodada en blanco y negro, pero dominando los juegos de sombras, la colocación de la cámara, los travelling. Y es que este director es/era un genio, a pesar de que después, en 20 años, no haya hecho nada bueno salvo la tercera parte de "El Padrino".
Veo todo en blanco y negro. Ya lo cantaba Barricada.
Seguro que Coppola no se atrevería a volver a hacer una película como esta. La hizo a continuación de "Rebeldes" y en esta cuenta lo que en la otra se calló: los sueños rotos de la juventud en 1983: la droga.
Repiten Matt Dillon y Diane Lane en papeles muy parecidos, muy buenos. Mickey Rourke es el perfecto chico de la moto, Dennis Hopper haciendo de si mismo y Tom Waits como barman vigilante (el bar se llama 'Bennys', como el que pusieron donde estaba 'el Persa', que ya no existe, enfrente de 'La Iguana', que ya no existe).
Película pesimista, rodada en blanco y negro, pero dominando los juegos de sombras, la colocación de la cámara, los travelling. Y es que este director es/era un genio, a pesar de que después, en 20 años, no haya hecho nada bueno salvo la tercera parte de "El Padrino".
Veo todo en blanco y negro. Ya lo cantaba Barricada.
lunes, mayo 02, 2005
"Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb", de Stanley Kubrick
La guerra fría en clave de humor (aunque la trama de esta película da más miedo que la de la que vi ayer), dirigida con absoluta maestría. La existencía de la raza humana confiada a una banda de lunáticos paranoicos. El pabellón de "Alguien voló sobre el nido del cuco" trasladado al Pentágono. Estamos vivos de milagro. Y cuarenta años después del rodaje de esta película, seguimos en manos de idéntica caterva de fundamentalistas. El Dr. Strangelove es un personaje intemporal.
Al comienzo hay un primer plano tomado desde abajo del general que se vuelve loco (general de brigada Jack D. Ripper, el nombre no parece elegido por casualidad), fumando un puro, hablando pausadamente, con el rostro parcialmente iluminado, que ya vale el precio de la entrada. Dentro de un argumento tan descabellado (o no), el director procura constantemente transmitir sensación de realidad. En la escena del ataque a la base aérea la cámara esta colocada como si se tratará de un soldado más, recurso que el director utilizaría después en "La chaqueta metálica", de modo que parece que estas viendo el telediario en vez de una película. Lo mismo sucede con los planos del interior del B-52. Y las conversaciones telefónicas de Peter Sellers: puro Gila.
Atreverse a hacer una película así en 1964... bueno, nadie discute que Kubrick era un genio.
Al comienzo hay un primer plano tomado desde abajo del general que se vuelve loco (general de brigada Jack D. Ripper, el nombre no parece elegido por casualidad), fumando un puro, hablando pausadamente, con el rostro parcialmente iluminado, que ya vale el precio de la entrada. Dentro de un argumento tan descabellado (o no), el director procura constantemente transmitir sensación de realidad. En la escena del ataque a la base aérea la cámara esta colocada como si se tratará de un soldado más, recurso que el director utilizaría después en "La chaqueta metálica", de modo que parece que estas viendo el telediario en vez de una película. Lo mismo sucede con los planos del interior del B-52. Y las conversaciones telefónicas de Peter Sellers: puro Gila.
Atreverse a hacer una película así en 1964... bueno, nadie discute que Kubrick era un genio.
domingo, mayo 01, 2005
"Ringu", de Hideo Nakata
Película japonesa de terror. Fué un taquillazo en Japón, donde se han hecho varias secuelas. Es menos conocida que su remake americano "The Ring" que tuve ocasión de ver hace unos meses y que no le desmerece a la original. La historia gira alrededor de una cinta de video maldita que todo el que la ve muere transcurridos siete días (hay videos de bodas y viajes de novios que pueden producir ese efecto en mucho menos tiempo). La única salvación consiste en hacer una copia y conseguir que la vea otra persona, que a su vez queda condenada y así sucesivamente. Es como la carta turca que hace años aparecía en los buzones con una peseta pegada y debias hacer copias y meterselas a otros en el buzón para evitar que te pasaran miles de desgracias (en mi casa aparecieron un par de veces: ahora lamento no haber guardado alguna). O como los correos electrónicos de temática parecida que circulan por la red y que no requieren tanto gasto.
La película tiene varios saltos argumentales y en ocasiones no sabes cómo han ido a parar los personajes a ciertos lugares, pero si te apetece ver una de miedo esta no está mal del todo. Para hacerse una idea, se parece más a "La bruja Blair" que a "Scream", lo que ya es bastante.
La película tiene varios saltos argumentales y en ocasiones no sabes cómo han ido a parar los personajes a ciertos lugares, pero si te apetece ver una de miedo esta no está mal del todo. Para hacerse una idea, se parece más a "La bruja Blair" que a "Scream", lo que ya es bastante.
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