martes, agosto 23, 2016

"Slow West", de John Maclean

Aquel tipo me recordaba a Peligro, un flacucho y desgarbado aspirante a boxeador que ganaba por KO a su imaginación, cada día, en el gimnasio en el que Morgan Freeman pasaba el mocho derrotado de su combate 109. Jay Baruchel se llamaba aquel actor moreno y huesudo, y supongo que habrá seguido haciendo cine, no lo sé, pero sí sé que, de momento, el papel para la posteridad se lo concedió Clint Eastwood en "Million Dollar Baby". El protagonista de "Slow West" me lo recordó: en el físico y sobre todo en el ánimo, esa esperanza ciega en los sueños que detesta las probabilidades. También en la inocencia, cervatillo en tierra de depredadores. Kodi Smit-McPhee interpreta al muchacho que viaja hacia el oeste en "Slow West", y resulta que sí, ya lo había visto antes pero en dirección sur, de la mano de Viggo Mortensen en la aterradora "La carretera" de John Hillcoat (aunque todo el desasosiego producido por aquella película lo recogía de la novela original de Cormac McCarthy en la que se basaba).
Amores imposibles. Él es el señorito, joven Lord Cavendish, y la plebeya que inunda su obsesión se llama Rose (Caren Pistorius): amores emigrados, a los que se les pone un océano por medio y aún así son incontenibles: si Marco pudo ir él solito de los Apeninos a los Andes en busca de su madre, malo será que un mozo más talludito no lo logre. Epopeyas del Nuevo Mundo. Sin embargo, el nombre que da lustre al afiche será otro, un actor de gran tirón en la última década, Michael Fassbender, que aún navega cerca de proyectos arriesgados, independientes, aunque sea el pseudo-indie del festival de Sundance. Son bien conocidos los casos de directores que han disparado a un actor a la popularidad mundial y después los han empleado continuamente hasta volverse actores fetiche de su filmografía. Para John Maclean el ejemplo sería el contrario, pues ha sido Fassbender el que ha apadrinado su carrera, confianza refrendada para la ópera prima del director, un debut en la pantalla grande que resulta prometedor, en cualquier caso.
El western moderno continúa desgranando obras, una cadencia parsimoniosa pero ininterrumpida. Tarantino ha sido el artífice de los mayores taquillazos recientes del lejano oeste ("Los odiosos ocho", "Django desencadenado") o ese indómito "El renacido" de Alejandro González Iñárritu, pero otros cineastas también se asoman, modestamente, al género más popular de la historia del cine, con menos afán recaudatorio pero la misma inquietud por lograr una cinta digna. Y "Slow West" lo logra, caracterizándose, precisamente, por un pulso lento que no renuncia a la intensidad de la trama, un relato viajero, una odisea mecida al compás de una estupenda banda sonora de melancólico tono folk, con fotogramas que se recrean en paisajes monumentales que abren el encuadre por pura necesidad, localizaciones naturales que resulta que están en... Nueva Zelanda. Peter Jackson ya lo sabía: el Sur existe.

8 comentarios:

  1. Empecemos por lo último, aunque sea lo primero que se ve: da la impresión de que en cualquier momento van a salir unos transportando un piano. Y es que esto no es América (sí, como cantaba David Bowie) y no da el pego. Es como el Nueva York de "Eyes Wide Shut", con buzones repetidos por las calles que transita Tommy Cruise. Ya noto una mano que me agarra y me trata de sacar de la película. Pero poco después ya son dos: que estemos en un bosque soleado y, de repente, de no se sabe dónde, un tío alarga un brazo y pone una pistola en la sien a otro. Sí, magia potagia como la de "La isla mínima" (sí, otro tío que se cuela en un coche sin que nadie se dé cuenta). Con dos manos tirando, ya solo me hace falta un ligero empujón y salgo... El chusco papel del productor ejecutivo del asunto, unas líneas de guion baratas puestas en su boca lo logran: la dejo de ver en menos de 20 minutos. Y eso que me la recomendo un amigo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja. No, si yo ya me lo temía. ¡Qué barbaridad! ¿Y cómo fui yo capaz de ver semejante engendro de película? Sin ser ninguna maravilla, no creo sea capaz de ofender a nadie tanto como cuentas (lo del "bosque soleado" ya es la bomba), pero si tú consideras que encontraste suficientes excusas para no ver más que el comienzo, pues hiciste muy bien en no seguir viéndola, faltaría más.

      Eliminar
  2. Me la apunto, querido Licantropunk, porque me gustan cosas que leo en tu texto. Además es un western, género que me atrae bastante y está Michael Fassbender, del que sigo su trayectoria.

    Beso
    Hildy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que son los dos motivos principales que han llevado público a las salas para verla. Y no son menores.

      Eliminar
  3. Me gustó bastante, me ha parecido ver un western que podía ser dirigido por los Coen con escenas de tiroteos con un toque Peckinpah.
    Saludos!
    Borgo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no está desacertada la comparación, sobre todo en lo que se refiere al apellido Coen. Para el apellido Peckinpah no veo tanto apoyo.

      Eliminar
  4. Mr. Licantropunk,despues de unas buenas vacaciones regreso a la blogosfera; al Suicide Squad aun no la he visto, queda para el futuro y esta ultima me gusto. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que las hayas disfrutado. La blogosfera aquí sigue, viajando por el no-tiempo.

      Eliminar