jueves, junio 04, 2015

"Leviatán", de Andrey Zvyagintsev

Gulag. Aleksandr Solzhenitsyn lo escribió en "Un día en la vida de Iván Denísovich". Inopinadamente la novela atravesó la férrea censura soviética de los años 60 para que Nikita Jrushchov, héroe del cerco de Stalingrado (lo interpretaba Bob Hoskins en "Enemigo a las puertas" de Jean-Jacques Annaud: gran actor, recientemente fallecido, y gran director Annaud, aunque el adjetivo irregular le cae bien: ahora anda por ahí un estreno suyo, "El último lobo"), ventilara el régimen, abriera puertas para que corriera el aire y ajustara cuentas con los oscuros filos del bigote de Stalin: las purgas, la represión brutal, la paranoia anticapitalista, las cazas de brujas: vacaciones en Sibería a cargo de la denuncia más surrealista. En denuncias parece que se está especializando el director Andrey Zvyangintsev: así lo era en su anterior película, "Elena", extraordinaria, llena de silencios sutiles que contrastaban con actitudes rotundas. Y en denunciar progresa este Leviatán, la mascota de Dios (tienen su lugar en la cinta los popes ortodoxos: la religión como eterna tercera pata del poder), monstruo bíblico capaz de devorar el mundo: barcos rotos horadados por la constancia del salitre, osamentas de pecios, de ancestrales bestias marinas: la persistencia del tiempo y de la pena. El rayo que no cesa.
Siempre han existido excelsos practicantes del ejercicio del poder, la oligarquía como equipo de élite preparado para superar cualquier record a la hora de disparar las mayores barrabasadas imaginables en el innoble deporte de la codicia premeditada. Alcaldes elegidos democráticamente que se convierten en mafiosos impíos en cuanto tienen cerca la oportunidad de firmar un papel: la expropiación no es más que la ampliación del cortijo. Podría ser el burgomaestre de alguna capital castellana, empeñado en plantar áticos, pero en el caso de "Leviatán" el punto de mira se sitúa en una latitud y longitud muy superiores y unas formas más violentas: hasta en el último confín del mundo cuecen habas: comunistas reciclados en un curso acelerado de capitalismo salvaje: nuevos ricos con ejército privado y ningún escrúpulo a la hora de maximizar beneficios a cargo de la gestión pública (la reciente "Un toque de violencia", del director chino Jia Zhang Ke, también abordaba estas brutales transiciones hacia la economía de mercado: lo que era de todos no parecía mucho, pero en manos dispuestas, avarientas, se transforma en una espléndida multinacional).
Habrá que sacar el AK47 de debajo del colchón, atiborrarse a vodka, cazar al Leviatán en su guarida. Pero la ley del talión no pasará de la estéril venganza en efigie: acribillar a balazos retratos de antiguos mandatarios. Uno planea durante todo el metraje, uno que aún no se ha descolgado de la pared del despacho oficial, uno que parece que podría, si quisiera, poner orden: fama de mano dura no le falta. Otro Padrecito, me temo. Gulag y olvido.

15 comentarios:

  1. Excelente película. me quedo con la negrísima secuencia del "picknic" y con la escena final de la grúa, que me duró varios días en la cabeza.

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    1. Son secuencias muy bien preparadas: dan perfecta cuenta de la maestría de este director

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  2. Me apetece mucho verla, y mucho mas después de leer tu texto. De Andrey Zvyagintsev tan solo he visto ELENA, que como a ti, me resultó buenísima. Tanto lo que contaba (brutal) como cómo lo contaba...

    Un beso
    Hildy

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    1. Me quedan un par más que ver de la filmografía de este director: hay por ahí un puñado de directores que podríamos calificar como "nuevos", realmente sensacionales

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  3. Quería verla visto en su momento pero no fue posible. Me sirves de recordatorio y de aval, tengo que verla pues! jeje

    Saludos!

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    1. Lo que se nos escapa de la cartelera anida en la memoria cuando tenemos la sensación de haber dejado pasar algo bueno: menos mal que nos queda Portugal, que digaaaa el DVD...

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  4. Buen texto. Muchas ganas tengo de ver la película después de la interesantísima "Elena". A ver si le hinco el diente y comento mi opinión.
    Saludos

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    1. Gracias. No es la misma película que "Elena", creo. Me ha sorprendido que el director se moviera tan bien en un rodaje que entiendo como completamente distinto.

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  5. Me gustó "Elena" así que voy a por esta película. Una duda: En "Enemigo a las puertas" el papel de Hoskins creo que era el de comisario Beria, uno de esos líderes de la URSS "desaparecido" misteriosamente.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Uff, me has hecho acudir raudo en busca de imdb.com. No, mi recuerdo era bueno, Hoskins hacia de Khrushchev o Jrushchov o Kruschev o como se escriba correctamente. El del zapato, para que nos entendamos.

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  6. Mr. Licantropunk, me la apunto. Cordiales saludos.

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  7. Tuvo la mala suerte de competir para los Óscar con "Ida". Saludos.

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  8. Pendiente y después de leerte con más ganas de verla. "Elena" es una tremenda metáfora de como la "queridísima madre rusa" va del comunismo más retrógrado al capitalismo más obsceno.
    Me gusta eso que dices de: "Pero la ley del talión no pasará de la estéril venganza en efigie..."
    Lo dicho, la veré.
    Un abrazo

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