Mi compañero Nacho se jubila hoy. ¡Enhorabuena! Las charlas cinéfilas que hemos compartido (qué te parece aquel clásico, qué piensas de este estreno) se han despedido esta mañana a propósito de "Ocho apellidos vascos", ese éxito. Su valoración se ha apuntalado en considerarla un ejemplo de tolerancia, de ruptura de fronteras inexistentes, a la vez que un divertido muestrario de tópicos que él, que ha compartido vivencias con españoles de todas las latitudes, considera bastante aproximado a la sonrojante realidad: idiosincrasia desvelada. El cine, vehículo de comunicación, alegoría de realidad social, es capaz de lanzar un mensaje amigable y desdramatizador que en el caso de esta película habrá que valorar: Romeo y Julieta, chapelas y peinetas, el amor lo puede todo. Pero ese positivismo no bastará, o al menos a mí me lo parece, para ensalzar también las virtudes cinematográficas de la cinta, menos aún para justificar el tsunami taquillero que de forma inusitada ha provocado su estreno.
Chistes de monólogo televisivo no demasiado inspirado y media hora final de sopor, para sólo 98 minutos de metraje que se hacen realmente largos (¡pero no acaba esto!), esperando el previsible
momento de la catarsis romántica, que para eso gusta tanto esta película, y que termina siendo una escena que sólo sirve para asentar la ya depauperada sensación. Los guionistas, Borja Cobeaga y Diego San José, escribieron muchos diálogos para el programa de humor "Vaya semanita", emitido varias temporadas por la cadena vasca ETB 2: aquellos extractos de vídeo que algún conocido mandaba al correo electrónico y que sorprendían por su transgresión: sorprendían los primeros, luego el efecto se diluye: la transgresión funciona hasta que se convierte en costumbre. Es de suponer que de aquellos polvos, estos lodos. Quizás por esa herencia "Ocho apellidos vascos" tenga tanta toma aérea de publireportaje para televisión autonómica, aparte de sus abundantes gags de comedia regionalista que me temo que resultarán incomprensibles para el público extranjero, si es que tienen la intención de que el producto triunfe allende los mares. En cuanto al reparto, sólo está bien, incluso muy bien, el debutante Dani Rovira, el resto de actores no termina de conectar con la historia, Karra Elejalde incluido, al que he visto espléndido y convincente en multitud de películas que no eran ésta. El director, Emilio Martínez-Lázaro, tiene una trayectoria que cabecea del drama a la comedia y que parece que ha encontrado el apoyo incondicional del público en la segunda máscara teatral. Me reí bastante con otra película suya, "El otro lado de la cama", aunque de esa película sólo recuerdo aquello, la risa.
La risa, manifestación de alegría que en la sala de cine se suele producir por el efecto "manada", porque los tipos de al lado se parten el pecho a carcajadas y esa risa desinteresada es realmente contagiosa: el mismo efecto que conduce a los ñus a precipitarse por un acantilado y a las ovejas a arracimarse sobre la vía de un tren. No, no me he reído con "Ocho apellidos vascos", la entrada en el blog podría reducirse a esta frase. Será que me he vuelto un rancio. Y encima me faltan un montón de años para jubilarme. Normal que Nacho sí se ría.
Comparto todo lo que dices sobre la película. Por cierto, yo tampoco me he reído.
ResponderEliminarEra yo, jajaja
EliminarBien dicho, señor Anónimo
EliminarAh, no, Lola, si eras tú entonces no, muy mal.
EliminarBuen análisis, querido Licantropunk. A mí me está llamando mucho la atención el fenómeno 8 apellidos vascos. Porque lo que está claro que más allá del marketing... algo ha conectado con el público... y ha hecho que gente que hacía siglos que no se acercaban a una sala de cine, acudiera a una...
ResponderEliminarYa me llamó la atención el fenómeno que ocurrió alrededor de INSEPARABLES (de nuestro país vecino Francia).
Lo que llama la atención es que son películas que cinematográficamente son muy planas, no innovan absolutamente nada y juegan a fórmulas muy identificadas y muy sencillas. Muy vistas ya. Recurren a un buen plantel de actores y el humor amable y políticamente correcto es la tónica.
Ahora te mentiría si no te confesara que emplean bien esa fórmula o que por lo menos yo me reí bastante con las dos (soy así de simple... yo me reí bastante con 8 apellidos vascos). Y te confieso también que con quien más me reí y disfruté fue con Karra Elejalde (ay, esos golpes a la espalda...).
Besos
Hildy
¿Cuál es el secreto del triunfo? Esa es la gran cuestión alrededor de esta película. ¿Simple? Entonces todos somos simples: nada como el slapstick para partirse la caja. Me reí hasta morir con el primer "Torrente" de Santiago Segura, me he partido con algunas de Trueba, de Cuerda, de Alex de la Iglesia, de Sánchez Arévalo, de Colomo o de Juanma Bajo Ulloa. Con Karra Elejalde hasta en "La madre muerta" me brotaron carcajadas (y un monólogo suyo que vi en el teatro hará quince o más años, "La kabra tira al monte", desternillante). Pero con ésta no, y además me parece correcto porque todas las que he pensado para elaborar el listado que te he apuntado, me parecen muchísimo mejores. Así que...
EliminarLos únicos chistes que funcionan de verdad ya los habíamos visto en el tráiler. O sea que, viendo éste, ya está visto todo.
ResponderEliminar¿Aquel de Clemente? Pues sí.
EliminarA pesar de todo, la veré, no sé cuándo ni cómo, pero terminaré viéndola. Y si me río la mitad, o un tercio, de lo que me reí con "El otro lado de la cama", ya me conformo.
ResponderEliminarSeguro que sí. Aunque lo mismo pensaba yo de "Lo imposible" de Juan Antonio Bayona, que terminaría viéndola, pero todavía nada.
EliminarSí señor, la ha clavado. Ya empezaba a dudar de mi mirada cinematográfica, hasta pensaba que estaba muy ciego por no apreciar el talento actorial (sólo lo percibí, como Ud., en el protagonista). "Bienvenidos al Norte", "Inseparable", "8 MALENTENDIDOS vascos": ¡qué coñazo (con perdón) de películas! Saludos.
ResponderEliminarPues las dos francesas que apuntas no las he visto, pero es que algún éxito francés de comedia (recuerdo "Los visitantes" de Jean-Marie Poiré), de esas que arrasaron en el país vecino (por "Inseparables" Hildy y tú os referís a "Intocable" ¿verdad?), a mí no me hicieron esbozar ni la más leve sonrisa. Así que ni me acerco. Me temo. Supongo que también padecen de eso a lo que me refiero en la entrada: humor local que en el extranjero no le encuentran la gracia.
EliminarNo la vi, me la recomendaron pero por algún motivo no me atrae. Propongo que se ponga en los cines un puntuarímetro (jejeje disculpa me acabo de inventar esta palabra) o sea, una especie de pulsómetro -con un me gustó o no me gustó- para que los espectadores puedan dejar constancia su valoración sobre la película, ya que es obvio que hacer caja no es un baremo fidedigno.
ResponderEliminarSaludos.
¿Y que les devuelvan el dinero no? Al cine no ha llegado aún eso de "Y si no queda satisfecho...".
EliminarSi te gusta la risa fácil, posiblemente sea tu película. El equivalente a cualquiera americana de tipos mas o menos normales en situaciones cómicas.
ResponderEliminarTotalmente local y poblada de gente que cae bien. Que es espontanea y suelta chorrada tras chorrada. En realidad hace gracia, pero un rato. Aunque tampoco es que la película engañe a nadie. Es lo que es y como eso se vende
En fin, quizás fuera que la vi en internet y se veía de pena. Pero realmente no me gusto demasiado y tampoco le atendia mucho. Pero sabia de sobra lo que era y como tal la juzgo. Para verla mientras lees o haces otra cosa, perfecta y de vez en cuando levantas la cabeza y sonríes ante cualquier pijada que te llama la atencion. No engaña a nadie y cualquiera sabe lo que va a encontrar.
Por lo que criticarla ni de coña. Da lo que es y no engaña a nadie
Hombre, criticarla, o sea, manifestar uno su opinión, por supuesto que sí. Y sobre todo preguntarnos por los caminos del éxito, esos inescrutables.
EliminarJajajaja me ha encantado lo de los ñus... pues eso.
ResponderEliminarNo la he visto ni creo que la acabe viendo. Me cansan las pelis de chistes y de tópicos, no consigo ver su gracia. Y encima la he cogido manía por lo mismo que me pasó con aquella novelucha de Grey, por la insistencia de todo mundo (sobre todo de aquellos que me consta que ni leen ni van al cine asiduamente) para que vaya verla o la lea.
Nanay.
Saludos!
Somos ñus, no cabe duda, o al menos aquel legendario grupo español de rock. Los Ñu.
EliminarComo a ti, me pareció un sketch alargado. Además su trama es poco creible: una chica que simula su boda para el padre al que no ve desde hace años, suena a comedia romántica de los 60 con Doris Day, pero ahora se ve forzado. Creo que "Ocho..." está muy sobrevalorada.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Sobrevalorada no sé lo que significa, pero valorada... seguro que lo está: más de 50 millones de euros recaudados para una película que ha costado menos de 3. Algún productor sabe rezar bien, está claro.
EliminarMe la había recomendado tanta gente que era inevitable la generación de expectativas que no se vieron cumplidas. Sólo me reí en la escena del contenedor ardiendo, y tenía ganas de reírme tanto...
ResponderEliminarun abrazo. Akebono
¿Akebono es "abrazo" en euskera? Pues tener ganas de reírse y que encima la película no lo provoque ya es el colmo.
EliminarBesarkada bat (un abrazo: lo he buscado).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTiene un tufo a "Bienvenidos al Norte"... Espero que, dentro de lo malo, no haya tenido que pagar por verla.
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