Roman Polanski se ha caracterizado, durante toda su carrera, por arrancarle la máscara a los caracteres que aparecen en sus películas: la afable comunidad de vecinos en "El quimérico inquilino" o "La semilla del diablo"; una seductora belleza rubia en "Repulsión"; el líder político en "El escritor"; un amable doctor en "La muerte y la doncella". Parece ser que a Polanski le interesan las historias intensas en las que se desnuda la esencia de seres humanos de alma turbia.
Padres que visitan a otros padres (Kate Winslet y Christoph Waltz en un rincón, Jodie Foster y John C. Reilly en el otro: película de actores) para tratar conflictos de los hijos: un chaval le ha roto un diente a otro en un parque. Parejas civilizadas de civilizados occidentales que saben aparentar, sin el menor problema, lo civilizados que son: deudas de sangre que se pagan con perdón en vez de con venganza: no habrá diente por diente. Pero la llamada de la sangre, más aún si es sangre de tu sangre, es un alarido poderoso: un runrún insistente que se instala en el estómago y que no va a permitir que una fachada políticamente correcta ahogue el ansia de equilibrar la penosa situación: 'Soy un hijo de puta con muy mala leche', se sincera Mr. Longstreet.
"Un dios salvaje" está basada en una obra de teatro de Yasmina Reza, no sé si se parecerá mucho o poco al original. La película me recordó mucho a una novela que he leído recientemente, "La cena", de Herman Koch, cambiando el apartamento de Brooklyn (la cinta se rodó en París: Polanski no suele viajar a Estados Unidos, como todo el mundo sabe) por un caro restaurante holandés y a los dos matrimonios neoyorquinos por homólogos del otro lado del océano. En el libro de Koch el asunto a tratar era mucho más grave, un asesinato, y requería soluciones más contundentes: la caída del antifaz será necesariamente más traumática: a Polanski (a cualquier cineasta, en realidad) también le hubiera caído mejor una trama así: conflictos rotundos que superan la banalidad del abuso del teléfono móvil o la asfixia de la mediocridad: la infantilización del hombre moderno acomodado, del urbanita incapacitado para retornar al conocimiento puro de la caverna y encadenado sin remedio a la angustia del progreso (ver la entrada reciente de "Detour" de Edgar G. Ulmer). Pero el instinto sigue dentro, ese mencionado runrún que hay que dominar.
Si en "Un método peligroso" de David Cronenberg costaba un poco reconocer las señas de identidad del director canadiense, otro tanto parece suceder con "Un dios salvaje" y Roman Polanski. Precisamente cuando "Un dios salvaje" empieza a recordar al cine del polaco, cuando se ha logrado un ambiente en la película que parece capaz de devorar a sus personajes, en ese momento se acaba: apenas 80 minutos de verborrea incansable en la que la transición de la educación a la sinceridad sucede demasiado deprisa: décadas llevo con ganas de poner a alguno a caldo y aún no he alcanzado ese punto, mientras que a los Longstreet y a los Cowan, que se acaban de conocer, para pasar a la acción les ha bastado con un poco de café, algo de tarta, unos chupitos de whisky... y una buena vomitona.
Roman Polanski (o Yasmina Reza) y Herman Koch terminan diciendo lo mismo: el dios salvaje moderno son los hijos: no hay culto más exigente que ese.
Ya la dejé pasar en su día, y no creo que la vea hasta que transcurra un tiempo largo porque tengo relativamente reciente la obra de teatro, que por cierto me gustó bastante, con Maribel Verdú y Aitana Sánchez Gijón en los papeles principales.
ResponderEliminarSaludos!
No ofreces una valoración de las interpretaciones: fundamental en una obra tan teatral como ésta. La Foster está de un histérico desorbitado. Saludos.
ResponderEliminarEthan: seguro que la obra de teatro, con esas dos protagonistas, es digna de ver.
ResponderEliminarAngelus: bueno, comento, con un tanto de desgana, que es una película de actores. La clave la has dado tú: película teatral. ¿De qué sirve entonces? ¿Para qué hacer una película que, a mi pobre entender, Polanski realiza de modo alimenticio? ¿No será mejor, por ejemplo, colocar una cámara en la representación que comentaba Ethan y ya está? ¿O en la versión americana con Jeff Daniels y James Gandolfini, nada menos? ¿La Winslet y la Foster fueron a verla a Broadway en su día y les moló tanto que querían hacerla pero sin pasarse un año de función diaria?
Saludos a los dos.
No sé demasiado. El escritor fue para mi revelado. De Polanski a penas recuerdo La danza de los vampiros y ya lo amaba. Y ahora lo amo m{as, que sé que no viaja al Imperio..Un abrazo.
ResponderEliminarConocía la historia y creo que funciona mejor en teatro (claro es una función de teatro, tócate los pies, Marga).
ResponderEliminarEn la película resulta menos creible y no terminas de entender a qué viene tanto lío y tanta inquina.
Pero aunque sea una peli para pasar el rato, de factura y ganas justitas, ese rato con Polanski es mejor rato, no crees?
Saludos!
... y nadie es lo que parece. El más repelente con su teléfono móvil, vendedor de farmacias, es al fin y al cabo el menos peligrosos. O el menos cínico.
ResponderEliminarOtra cosa: la escenita del ascensor que nunca llegan a tomar, o el que todos estén deseando que aquello acabe y salir de allí sin poder dar ese paso, recuerda un poco al angel exterminador del señor Buñuel. Son cosas que salen con la distancia que da el tiempo, que hace madurar la película. Hoy me gusta aún más que cuando la vi.
Saludos ;)
La vi doblada. Error. Lo primero que llama la atención es que la voz de Jodie Foster se la ha cogido Kathe. Y esto ya me supone un golpe del que no me recupero, y menos cuando la historia deja de interesar pronto por lo poco bien que me caen esos personajes. Decepcionante.
ResponderEliminarA mi me decepcionó es esta peli, demasiado psicológica para mi gusto...me quedo con "El Escritor" de su obra reciente...
ResponderEliminarDarío: no va a USA por la cuenta que le trae: lo mismo entra y ya no le dejan salir.
ResponderEliminarMarga: me lo pasé bien viéndola, no lo niego, pero no me pareció gran cosa.
Babel: fíjate que no lo he puesto porque ya me estaba quedando una entrada muy largo, pero a mí también se me pasó por la cabeza la película de Buñuel, aunque en otro escena: el final, con todos sentados en el salón, abatidos.
Pirulo: pues también la vi doblada pero no me quedé con ese detalle: será que los gritos de Foster no me dejaban captar el acento, je, je.
HUK: es una película que pretende sentar en el diván al hombre moderno: creo que ese punto hay otras películas que lo cogen mejor y sin ser tan evidentes. "El escritor" es una obra maestra: tal cual.
Saludos a todos. Gracias, gracias, por vuestros comentarios.
Ja! Volví después de verla, para decir que me fascinó la terrible forma en que, como decís, Polanski saca máscaras y como la hipocresía queda al desnudo. Terrible, la manera en que somos "civilizados" o "bárbaros" de acuerdo a conveniencia. Un abrazo, y te debo una.
ResponderEliminarMr. Licantropunk; aun no he visto este film, pero en mi retina quedan imagenes de films como: Cul de Sac , The Fearless Vampìre Killers , Macbeth , The Ninth Gate ; grandes obras de un director controversial. Un saludo.
ResponderEliminarDario: cómo me alegro de que te gustara la película. Pues acérquese, por favor, por alguna que no ha mencionado haber visto como "Repulsión", "El quimérico inquilino", "La muerte y la doncella", "Cul de Sac", "La semilla del diablo", "Chinatown", "Macbeth"... Y se dará cuenta de que "Un dios salvaje" es poca cosa en comparación. Grande Polanski.
ResponderEliminarBelknap: viene usted a apoyar el comentario que le dejo a Darío. "La novena puerta" no la menciono, es verdad: está basada en la (posiblemente) mejor novela de Arturo Pérez Reverte, "El club Dumas": lectura recomendada.
Saludos a ambos.
No he visto la película Licantropunk. No se si tendré la oportunidad, ya te comentare. Saludos
ResponderEliminarBuena resaña,amigo.Se han realizado innumerables películas basadas en obras de teatro y no todas con buena fortuna.Lo más importante es el manejo del espacio,sobre todo si se trata de un único espacio.Polanski creo que no maneja muy bien esta técnica y es lo que se resiente en su última película.Recuerda Doce hombres sin piedad de Lumet,eso sí que es manejar un espacio reducido con doce tipos allí que no paran de hablar.
ResponderEliminarOtra cosa a nivel más personal.No me gusta las vomitonas en el nuevo cine.¿Por qué vomitan tanto? Y además sin ningún pudor.A estas escenas se la toman muy en serio a nivel técnico,primeros planos y que se vea muy bien la bilis.¿Es necesario? Se puede mostrar el asco,el malestar o como quiera que se llame.Ya verás cuando se ponga de moda los primeros planos de un culo en la taza del váter con el ojete habriéndose para mostrar...
Un abrazo
Creo que es la última película que fui a ver al cine. ¿Será coincidencia o es que el cine que veo en la escasa cartelera de provincias es para vomitar? Teatral, sí, claro... pero no deja de resultar interesante hacer una película de este tipo. Prefiero lo peor de Polanski (que no es el caso) a lo mejor de otros directores.
ResponderEliminarMe encantó tu crónica.
Un abrazo.
Jo, pues a mí me gustó mucho. Yo es que tengo debilidad por las historias sobre personajes que transcurren en apenas uno o dos escenarios. Esas pelis "teatrales" como Doce hombres sin piedad o como Tape de Richard Linklater. Supongo que partía de la base de que era una obra de Yasmina Reza y, quizás por eso, el hecho de incorporar sin miedo la exageración en las actuaciones, algo típico del teatro, sin limitarlas "porque es cine"... me resultó un detalle original y muy interesante.
ResponderEliminar... para mí Un dios salvaje ha sido como un divertimento para Polanski... que nunca se ha prodigado mucho en el terreno del humor. Un divertimento también para el espectador...
ResponderEliminarMe gusta como el espacio es un personaje más (Polanski se mueve bien en estos terrenos...). Una casa jaula que lo mismo encierra a un hamster que a dos parejas civilizadas 'que vomitan' su verdadero ser a partir de un hecho mínimo. Me encanta la importancia que adquieren los objetos. Me gustaron los cuatro intérpretes (pero mi corazón se quedó con el que refleja el personaje finalmente más transparente... Christopher Waltz).
La disfruté porque es de esas películas que después generan largas sobremesas. Y la disfruté porque no es la primera obra teatral que adapta cinematográficamente este director... que siempre busca un 'estilo' y un tono y una técnica para reflejar el 'espíritu' de la obra que adapta. También se deja llevar por sus estados de ánimo...
Me gusta Polanski, el director. Y recordar todas las películas que comentais... Una de sus obras cinematográficas que me fascina bastante es Tess...
Besos
Hildy
Marcos Callau: creo que es de estas películas que tarde o temprano acabas viendo.
ResponderEliminarFrancisco Machuca: no puedo estar de acuerdo en la apreciación de que Polanski no maneja bien los espacios reducidos: al menos ha tenido un buen puñado de ocasiones para practicar la técnica: "El cuchillo en el agua", "Repulsión", "La muerte y la doncella", "El quimérico inquilino". El rodaje en "apartamentos" (también "La semilla del mal") no se le ha dado tan mal, ¿no? Lo de la vomitona y etc., totalmente de acuerdo: impactar al público de modo fácil.
Lula Fortune: pues sí, la cartelera es un asco, no porque se hagan malas películas sino porque sólo se vende una parte. Lo peor de Polanski siempre será lo inalcanzable para muchos.
nUhn: a mí me gustó bastante: me supo a poco, incluso: en el plano en el que aparece el hamster se corta cuando el asunto se pone realmente interesante. No he comentado la actuación de los actores (alguien me ha recordado esa falta) porque creo que están realmente bien: no me parece sobreactuado si se entiende sobreactuar a ir más allá de lo que exige el guión. No creo que sea el caso.
Hildy: pues creo que "Tess" no la he visto: habrá que remediarlo.
Saludos a todos.
Pues la vi hace un par de dias, ya que se me escapó en el cine, y me divirtió bastante. Estupendos todos los actores, y en cuanto a la realización, a pesar de no ser "La soga" de Hitchcock, creo que saca bastante partido a lo que ofrecia la trama, con especial atención al uso de los espejos y los reflejo, que les devuelven a todos los personajes su imagen real, algo de los que todos quieren huir.
ResponderEliminarFelicidades por el blog. Me gusta, aunque 2046 es probablemente la peor película que he visto en mi vida JEJEJE
Ya decía Harry Callahan que las opiniones son como los culos, todo el mundo tenemos una.
Un saludo y te animo a pasar por nuestro blog