lunes, enero 31, 2011

"La zona gris", de Tim Blake Nelson

Sonderkommando. Los nazis esclavizaban judíos. Les encargaban todo tipo de trabajos (como en la estupenda "Los falsificadores" de Stefan Rozowitzky), tareas que muchas veces eran asignadas en función de su cualificación: mano de obra especializada y barata. Muy barata. Trabajos forzados, trabajar hasta morir. Pero entre todas las tareas duras que podían realizar, las de los sonderkommando eran las más tristes y penosas, las más despiadadas, las más terribles: colaborar en la matanza de sus correligionarios. En "Shoah" de Claude Lanzmann, monumental testimonio del holocausto, no hay nada tan estremecedor como el relato de los antiguos sonderkommando, supervivientes de los campos de exterminio que describen con gran detalle (recuerdos imposibles de borrar) sus penalidades y la imposibilidad de limpiar la conciencia. Guiar a los recién llegados, indicarles que se desnuden, conducirlos al interior de las cámaras de gas, cerrar las puertas, recoger sus ropas y clasificar sus objetos de valor, sacar los cadáveres, cortarles el pelo, apilarlos en un montacargas, arrancarles las piezas dentales de oro, introducirlos en los hornos crematorios: la zona gris son las cenizas depositadas sobre los cuerpos de estos fogoneros del infierno. Cientos de víctimas diarias, miles durante las 16 semanas de vida media de un sonderkommando: después les esperaba el mismo destino que el de aquellos a los que habían llevado al matadero. Y lo sabían, pero era un periodo en el que, si el sonderkommando era eficaz, se aseguraban buena alimentación y buen alojamiento: prorroga vital pactada con el diablo, desesperado agarradero. Ellos no echaban el Zyklon B en las cámaras pero hacían todo lo demás: no eran los verdugos, pero eran el lubricante indispensable: chicos pálidos para la máquina de matar. El 7 de octubre de 1944, un sonderkommando se rebela en Auschwitz: la película será el homenaje a ese gesto suicida y heroico.
La ambientación de esta cinta es impresionante. Para el rodaje se construyó una réplica de uno de los campos de Auschwitz, empleando planos originales, y el efecto logrado es el de conseguir que el espectador contemple de manera fidedigna el Horror, pero contado tal y como debía ser en una fábrica de masacre que hacía de la muerte su negocio cotidiano: frialdad y precisión en el proceso, cadena de montaje bien afinada. Una película de terror.

7 comentarios:

  1. Ajá, terror, no hay palabra que lo defina mejor...

    Estremecido además.

    Imprescindible como Shoah (que tengo pendiente, también es imprescindible para mí no ahogarme y por eso lo he intentando tres veces y ahí seguimos, pendiente)

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  2. Me imagino que la viste en versión original. Leí una crítica negativa de la interpretación de su productor ejecutivo Harvey Keitel, por el acento alemán que pone cuando se supone que todos hablaban el mismo idioma...

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  3. Casualidades de la vida, hoy he colgado youn post que va de esto precisamente, del Holocausto.
    TREMENDA película, impr3escindible y auténticamente pesadillesca, de las mejores para mí sobre el tema. Puro y auténtico terror, como se ha dicho aquí.
    Un saludo.

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  4. Película muy dura, pero muy dura de ver. Claro que, por dura que sea, nunca lo será tanto como lo fue la realidad. La escena del vestuario es de las que se quedan grabadas de por vida. Por un reloj...

    Buen post, un saludo.

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  5. Marga: "Shoah" a tragos cortos, pero "La zona gris" se ve del tirón. Buena película.

    Tomás Serrano: la actuación de Harvey Keitel deja indiferente: no es una película de actores. Sí la vi en versión original pero no me llamó la atención su acento, todos hablaban en inglés. Hombre, un oficial de las SS con acento de Brooklyn es más llamativo que con acento alemán, aunque sea impostado.

    Crowley: fenomenal tu entrada. Como recreación de lo que debía ser un campo de exterminio, creo que no he visto nada igual: al verlo recordaba lo que había oído en "Shoah" y pensaba que sí, que debía ser así.

    Saludos a todos.

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  6. Babel: por supuesto que nunca será igual pero creo que el ejercicio de puesta en escena de esta película es a tener en cuenta. Los actores no me han gustado mucho pero el escenario sí, muy realista. En cuanto a que se quede grabado algo, me sigo quedando con "Shoah": en esa trabaja la imaginación del espectador que puede llegar a límites desbordados.
    Saludos.

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  7. Tremendo lo que se cuenta en esta excelente película, como bien dices, de terror.
    No verla en estado depresivo.

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