Cuanto más adulto mayor es la hipocresía: la edad produce egoístas mezquinos y la sinceridad o el idealismo de la juventud se diluyen como un azucarillo en una infusión amarga. En la película se presentan tres estereotipos de amantes masculinos entre los que Pauline puede escoger (lo mismo que ya hizo el director en "Cuento de invierno", aunque en aquella los elegidos eran completamente diferentes: director de creatividad infinita pero además en el cine de Rohmer se encuentran conexiones entre todas sus películas), tres posibilidades que la irán decepcionando sucesivamente: Sylvain, el adolescente impulsivo y cándido manipulado para que sus buenas intenciones malogren sus opciones; Pierre, el antiguo novio de Marion, la bella prima de Pauline, celoso y resentido que aún no ha reconducido su pasión al refugio del cinismo y del olvido y que piensa en recuperar el amor perdido sin ser consciente de que tiene más recuerdos que posibilidades; Henri, el maduro divorciado que dispara a todo lo que se pone a tiro, que disfruta más con la cacería que con el sabor de la presa cobrada, un adicto a las noches largas que abren la cama y a las mañanas efímeras que cierran la puerta. Sucesión de engaños, de embrollos, de devaneos veraniegos sin mayor trascendencia: la playa es el territorio en el que todo esta permitido, liberación del ánimo, captura de recuerdos con los que alimentar el invierno parisiense.
Personajes que hablan abiertamente de sus sentimientos, ideas que los actos desmienten, pero el diálogo es incesante, casi teatral pero pronunciado con absoluta naturalidad. Marca de autor, de gran autor.
Qué deliciosa película... creo que fue un descubrimiento para mí su forma de contar. Recuerdo que cuando salí del cine, todos mis amigos salieron echando pestes de Rohmer, llamándole farsante y cosas peores. En cambio yo pensaba que no se podía llegar a la esencia de las cosas por un camino más simple y eso, valorado en sí mismo, me parecía relamente un logro fantástico.
ResponderEliminarBesitos.
Una estupenda película. Cuánto se puede aprender del maestro Renoir, EPD.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog.
Mis respetos,
El Guardián
vintage (Y)
ResponderEliminarun clasico :P
hola. Pues ésta es una de las pelis que aun no he visto de Rohmer y que veo que coge lo mejor de cada casa... No, en serio, se le da bien esa desidia veraniega, ese malestar entre amantes que no se llenan, contar algo con tan poco (de hecho a veces tengo la sensación de que no "llena" las pelis pero.. hay algo tan fresco que es, sin duda, su mayor valor). "Cuento de verano" me pareció que tenía una aureola enorme y cómo cada una, casi siempre es la misma historia, se adapta al estado de ánimo y al tono de cada estación es un buen experimento.
ResponderEliminarpor cierto, no demaiso aque ve rpeor tampo muy apartado, hay un grupo español -dos chicas, creo que son hermanas- que se llaman igual q la peli. las has escuchado alguna vez..?
saludos
ya me seguiré pasando.
Tomo nota, esta de Rohmer no la he visto.
ResponderEliminarSaludos ;)
Muy buena, como casi todo lo de Rohmer. Da un repaso a través de los personajes a las distintas maneras de entender el amor y las relaciones. Lo mejor es que no juzga a sus personajes, deja que todos se expliquen y se justifiquen a sí mismos.
ResponderEliminarHola Licantropunk, me parece que es la primera vez que escribo en tu blog, y "Pauline en la playa" es buena disculpa para hacerlo. Fue la primera película que ví de Rohmer (en un ciclo de cine del museo de BBAA de Bilbao, creo, hace mil años) y fue un flechazo.
ResponderEliminarPor cierto estoy muy de acuerdo con lo que comentabas al hilo de "cuento de invierno" sobre que en E.R. suele dejar que sean los papeles femeninos quienes tomen las decisiones vitales. No sé por qué será esto así. Pauline es un también ejemplo de ello.
Pero además reúne otra característica de muchas de las películas de este autor, y es que suelen ser los personajes jóvenes los que muestran mayor "fuerza moral" no sin dosis de ingenuidad. Y esto es un valor que considero importante en este cine, que nos hace fácil ponernos en el papel de esos jóvenes y sentir que siempre estamos a tiempo de ir construyéndonos. Algunas de estas películas las vi cuando yo era de la edad de esos protagonistas jóvenes (Pauline, o, más tarde, los protagonistas de "El amigo de mi amiga"...) y tiempo después consigo disfrutarlas poniéndome en aquella piel, que es la de hoy, aunque de mayor edad. Reconforta.
Tengo películas (pocas) aún sin ver, y ahora que ha muerto dosificaré este placer convenientemente.
Lula: "farsante y cosas peores". Yo pensaba que esos adjetivos sólo se los llevaba Almodóvar.
ResponderEliminarEl guardián de la fila 8: gracias por su visita.
Captain Mad: yes.
Lapor: no he visto "Cuento de verano": me queda mucho Rohmer por disfrutar aún. En cuanto al grupo que mencionas: no me "suena". Investigaré.
Babel: obligatoria, pienso.
Maribel: juega con su personajes: azar y casualidad muy presente en este director.
Jesús, etc: coincido en tus apreciaciones: la madurez es perversa en esta película. Y sí, las mujeres mandan en el cine de Rohmer. Sin duda. Me gustó eso de dosificar a Rohmer: el cine puede ser una droga dura: placer de los sentidos.
Saludos a todos.
Otra peli de Rohmer que me encanta. Tienes muchísima razón que (a veces con sutileza premeditada, seguro) Rohmer se vale de caminos transversales para unir sus películas entre sí.
ResponderEliminarSaludos!