Dos jóvenes excursionistas se pierden. Están visitando uno de esos parajes semidesérticos que tanto vemos en las películas fronterizas (parece ser Death Valley: nada casual). Páramos desolados que se extienden hasta el infinito. Perderse en compañía de un amigo es un suceso que inicialmente se toma como una anécdota que contar a la vuelta. Paciencia, ya encontráremos el camino. Caminad, caminad. El paso del tiempo, largo y estéril, conduce a la angustia. La sed, el cansancio. Aparece el terror de la certidumbre de la muerte cuando ya no es una posibilidad remota. Y a partir de ahí, vagar como espectros alucinados, zombies en busca del último manantial.
¿Cuánto duraríamos en medio de un desierto, de un monte? Sociedad de estómagos colmados. Basta la amenaza del desabastecimiento, de la escasez, para que acudamos raudos a llenar nuestros depósitos, nuestras despensas, cegados con la avidez de la paranoia: el terror de las posibilidades se asienta en nuestra vidas con la certeza de un navajazo en los riñones.
Gus Van Sant dirige a dos Gerrys: Matt Damon y, al fin, un Affleck (Casey, recientemente nominado al Oscar por "El asesinato de Jesse James... etc.") con dotes para la actuación. Película arriesgada, de largas secuencias monótonas, despojada de argumento y sobrada de belleza paisajística, pero que puede llegar a conectar con el espectador dispuesto a la empatía. Esta semana tuve que dejar de leer "La carretera", el reciente premio Pulitzer de Cormac McCarthy y postergarlo para épocas más tranquilas: el relato más aterrador que haya leído nunca: la pesadilla más terrible a la distancia de la pulsación de un botón por un loco elegido en las urnas: el mono y la ballesta. Últimamente mi nivel de empatía está próximo a desbordarse.
Estamos ya muy lejos de Simón del desierto.Dijo una vez Anatole France:"En aquellos tiempos el desierto estaba lleno de anacoretas." La propuesta de gus van sant es interesante por lo que apuntas respecto a una sociedad de estómagos colmados.El cine de van sant es siempre interesante.
ResponderEliminarRespecto a lo que dices de La carretera de Cormac McCarthy, es cierto que induce a un estado de ánimo nada alentador,pero creo que la historia no nos pilla de sorpresa a los amantes del género de la ciencia ficción.Ya en la década de los cuarenta surgió una novela mucho más brutal titulada Amanecer en donde una hambruna asola el planeta y la gente toman la opción al canibalismo.Ya lo ves,la civilización es una fina capa de barniz sobre la superficie de la barbarie.
Un abrazo.
Qué buen film el que nos acercas. Uno de los que más me gustan de este director. Además está filmado en mi país, la Argentina. Saludos!
ResponderEliminarf. machuca: siempre intento evitar contar detalles de las películas. En este caso el desenlace es... de lo mejor.
ResponderEliminarbudokan: ¿En Argentina? Genial. Yo, ignorante paleto, situaba la acción en alguno de esos grandes parques nacionales estadounidenses. Le recomiendo que acompañe sus paseos campestres con un buen mapa: en su país es fácil perderse, por lo que vi.
Saludos.
Van Sant es muy particular. Un experimentador en el cine. Necesario. Este Affleck es un estupendo actor, que cada vez me gusta más, así como nunca me gustó su hermano. Y "La carretera" de McCormac lo mejor que he leído en mucho tiempo.
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