Este director, normalmente, consigue buenas películas cuando el tema se aleja del mundo del lumpen. "La edad de la inocencia", "La última tentación de Cristo", "New York, New York", el documental del blues, supongo que el de Dylan, que aún no he visto. Pero cuando todo gira alrededor del mundo del crimen y los bajos fondos, nunca falla. Es una mirada especial, única.
Y en esta había que solventar grandes dificultades: convertir a los eternos adolescentes Di Caprio y Damon en personajes convincentes, sobre todo al primero, metido en la piel de un matón asesino. No del todo, pero se solventa bastante bien. Falla sobre todo en las escenas que comparte con Jack Nicholson, donde se le ve bastante despistado a la hora de seguir los aspavientos improvisados del gran Jack, sin duda el mejor de la película, a ratos transfigurado en el mismísimo demonio. La sensación que queda siempre es la de que los actores se entregan al máximo cuando trabajan con este director: la mejor Sharon Stone, el mejor Joe Pesci, el mejor Ray Liotta. De Niro, claro.
Con Di Caprio lleva tres películas seguidas otorgándole el papel protagonista, así que algo tendrá. No creo que sea mal actor, pero su físico le perjudica. Ni parecía Howard Hughes en "El aviador", ni daría el pego en el bar de topless Bada-Bing que sale en los Soprano. ¡Que intentase sacarle la pasta a Christopher Moltisanti!.
La historia que se cuenta es una intriga policial. Matt Damon es un infiltrado de una organización mafiosa en la policía y Leonardo Di Caprio es... viceversa. Buen punto de partida que bien aprovechado produce una buena película policíaca (de hecho ha producido dos, ya que "Infiltrados" es un remake de una película hongkonesa llamada "Infernal affairs", que recomiendan mucho en Internet). La tensión se mantiene durante toda la cinta, hasta el final, que es de los que te dejan boquiabierto.
Una de las mejores películas que ha mostrado la cartelera en tiempo. Es uno de esos productos de antes, con actores de ahora, que ya es decir mucho en cuanto al más difícil todavía. Seguro que le cae alguno, (Oscar me refiero).
ResponderEliminarDe lo de los premios no estoy tan convencido (se lo merecería por la banda sonora: la película empieza nada menos que con "Gimme Shelter").
ResponderEliminar"Gangs of New York" o "El aviador" fueron producciones más grandes y no se llevaron nada. ¿Seguirá imperando en los oscar el espiritu semiindependiente del año pasado? Pronto lo sabremos.
Un saludo.
Hola mi apreciado cinéfilo.
ResponderEliminarAún no he visto este film
:)ahora salgo y en alto que me daré, me obsequiaré el video y la veré en tu nombre.
Sabía la trama, y con tu reseña, me apunto para verla.
Scorsese, profundizando personajes en situaciones límites, es ejemplar.
Con "Taxi driver", uno sabe que un realizador como él, guarda un gran potencial.
Travis, aquel personaje, aparece en el imaginario personal, de vez en cuando, con sus aletazos potentes.
Abraxo.
Espero que te guste y, llegado el caso, merezca un comentario en tu blog. Y si no te gusta, también.
ResponderEliminarSaludos.