Los caracteres generados por la imaginación cinematográfica de los directores belgas Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne, presentan una cualidad común, que es la de tratarse de personajes en movimiento constante: hijos del agobio que se patean la ciudad de punta a punta buscando algo, persiguiendo un afán que se antoja indispensable, una cuestión de supervivencia que hay que resolver sí o sí. Ese rasgo, esa firma, es detectable en "Rosetta", "El hijo", "El niño", "El silencio de Lorna", "El niño de la bicicleta" y lo continúa siendo en "Dos días, una noche", cinta en la que hasta su título funciona como una cuenta atrás, un plazo que se agota, quizás una condena: un no parar.
Los trabajos de Hércules parecerán sencillos en comparación con la tarea que tiene que afrontar Sandra, interpretada por Marion Cotillard, actriz que ya tuvo ocasión de ponerse en la piel de una persona obligada a combatir las desgracias que la perra vida arroja en el camino en "De óxido y hueso" de Jacques Audiard. Y tanto en aquella como en "Dos días, una noche" sale más que airosa del trance: excelente actriz. De la desdichada Stéphanie de la película de Audiard a la no menos desgraciada Sandra: limitación y depresión. La fuente de problemas será esta vez más cotidiana, más al alcance de cualquiera, desgraciadamente, un ejemplo del perpetuo conflicto empresa-empleado que, en un infame juego de trileros, se torna conflicto empleado-empleado: no te echo yo, el jefe, sino aquellos Judas y sus treinta monedas, esos a los que llamabas compañeros: otra vuelta de tuerca a la esquizofrenia empresarial: al obrero despedido no le queda ni el consuelo de que al patrono le remuerda la conciencia o se le caiga la cara de vergüenza. Privatizar beneficios y socializar pérdidas, que la gráfica debe ascender siempre, sin dar cabida a ninguna clase de piedad: capitalismo homicida.
El cine en tiempos de crisis contemplado desde la óptica magistral de los hermanos Dardenne, exponentes supremos del cinéma vérité europeo actual. El espectador (al menos el mínimamente dotado para la empatía) no puede evitar experimentar como propia la angustia vital de Sandra, su pérdida de esperanza, al verse sumida en un callejón que parece sin salida. No es mendigar, le dicen. En realidad lo malo no es pedir ayuda, no, sino asistir indefenso al derrumbe de las convicciones de justicia social que uno ha levantado como fuertes columnas en las que sostener su moral a lo largo de una vida. Esa sí sería la derrota más cruel, la más devastadora e injusta.
Siempre hay un camino. The setting sun will always rise again, o, como se diría aquí, amanece, que no es poco.
Don't give up.
Tengo ganas de verla, será la próxima. Me llama mucho la atención el planteamiento del tema.
ResponderEliminarY eso, amanece que no es poco. Por cierto, estos días he leído una entrevista de José Luis Cuerda que me encantó, en ella decía que para ser de derechas hay que ser muy ignorante y muy laxo. Y yo apludía su definición, jeje. El surrealista más real tiene las cosas claras.
Saludos!
A una persona con un ingenio tan afilado como el de José Luis Cuerda no le queda otra que dar en el clavo
EliminarLos hermanos que cosechan más premios que nadie. Los tengo pendientes desde hace mucho, mucho tiempo. He visto algo de su cine, pero hay ganas de verlo todo.
ResponderEliminarSaludos.
Premios merecidos, en mi opinión. Un cine que me gusta mucho.
EliminarLeerte ya me empujó al cine, También Cotillard, pa qué negarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarClaro, ja, ja. Muy buena actriz.
Eliminar... jejeje, ya sabes lo que me gustó esta película y todo lo que pienso de ella. A los Dardenne les sigo desde que los descubrí con Rosetta.
ResponderEliminarY sí Marion Cotillard ha realizado una trilogía de rostro que sufre que merece mucho la pena. Empezó con De óxido y hueso, continuó con El sueño de Ellis y sigue con Dos días, una noche. Tres películas muy diferentes con una misma actriz que se pone en la piel de tres personajes que transmiten más allá de la pantalla...
Besos
Hildy
"El sueño de Ellis" no la he visto y seguro que está bien, si merece colocarse junto a las otras dos
EliminarInteresting as usual, link!!!
ResponderEliminarMe pones entre ceja y ceja ya que lo Unicode que me puedo permitir respecto a lo que dces
easel Ultima encuentro que Triteo recurrent de este buen author que he
Las Hojas caen palpitantes
una tras otra; lentamente
ya no pertenecen; ahora
respiran; viven por unos
segundos; se acusan
de una libertad espontanea,
se permiten volar como
las hermosas mariposas
que jadean por oculto Amor...
Hojas revoltosas de todos
los colores se hospedan
en lo mas profundo de
nuestros pechos, se civilian
en lo mas adentro ahora
que el frio cruelmente
destruye todo aquello
que vive y por eso
ellas desesperan por
un puro sentimiento
que recoja la sensibilidad
y fragilidad inefable
del fuerte y duro arbol
Ysa,
Feliz mes!!!
Leif por primers vez
Que mala suerte ppr una ver que no ponies el poems no tengo la menos idea no de donde vines que raro
EliminarLeif is laif, o, como cantaban "Opus", Live is Life, na, na,.., na, na, na
EliminarResulta muy interesante esta propuesta, Licantropunk. Y me encanta Marion Cotillard, es muy buena actriz. La veré. Abrazos.
ResponderEliminarUna película emocionante y de las que levantan el animo, a pesar de todo
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