"El sur" termina con Estrella (Icíar Bollaín) introduciendo en una maleta sus objetos más queridos: el péndulo de su padre (Omero Antonutti), la caja de puros con las estampas andaluzas (el sur protagonista de la cinta: la nostalgia aniquiladora) y un enigmático recibo de una conferencia telefónica: la última llamada del suicida. Espera un taxi que la lleve a la estación de trenes y así iniciar un viaje al pasado de su padre, a la tierra de la juventud de éste, a los motivos que han hecho que se pegue un tiro. Un viaje hacia el sur. Y aquí llega el final de la proyección. Acompañando en su melancolía al difunto Agustín Arenas, el espectador, abatido a fotogramas, vencido por el buen cine, contempla satisfecho la aparición de los títulos de crédito. Obra maestra.
Sin embargo, en esta ocasión, al fin del programa le sucede una entrevista realizada a Víctor Erice. Relata el director, con cierta pena a pesar de los años pasados (25), que la película permanece inacabada. De los días planificados de rodaje, sólo se alcanzó la mitad de ellos. El productor, Elias Querejeta, se presenta en Santo Domingo de la Calzada (el rodaje tiene varias localizaciones: Zamora, Ezcaray, Estella, etc.) y le comunica al director que hay que dar por finalizado el rodaje con el material que se ha rodado hasta el momento. La puta pela. Eso sí, acuerdan montar una primera versión y más adelante finalizar la copia definitiva. La historia según la marca el guión: pacto de caballeros. Tras la participación en Cannes y el éxito de su estreno en España, el productor se desdice. Mejor no tocar, a ver si nos la vamos a cargar. El autor traicionado.
Cuenta Víctor Erice, en una maravillosa sucesión de spoilers de una proyección imaginaria, cómo era el deseado retorno al sur. La hija encontró bajo la almohada de su cama el péndulo de su padre como el encargo póstumo de realizar el viaje de retorno que él nunca se atrevió a llevar a cabo. En Carmona, tierra de su familia paterna, Estrella descubrirá a su oculto hermanastro Octavio, fruto del romance de su padre con la actriz Irene Ríos, y surgirá entre ambos un cierto amor incestuoso: el fin de "El sur" será un cierre de puertas entornadas, una atadura de cabos sueltos. El joven ha sido educado por un tío que iba a interpretar Fernando Fernán Gómez, en lo que se supone que sería otro gran papel del ya mítico actor. Suponer, porque la emoción que emplea el director al contar lo que no fue, es tan grande, tan buenas y meditadas sus explicaciones, que al espectador no le quedará más remedio que pensar, al final de la charla, que sí, que ha visto "El sur" acabado. El montaje del director que nunca fue rodado.
Genuino momento cinéfilo.
De Víctor Erice sólo pude ver hasta ahora El espíritu de la colmena, que me pareció excelente. Espero ver pronto esta película de la que hablas; cuando lo haga, paso nuevamente y dejo mi opinión.
ResponderEliminarSaludos,
Hernán.
Es una pena lo que sucedió con esta película. También lo es que cineastas de este calibre (haberlos, los hay) trabajen tan poco por no venderse a un presupuesto o al amiguismo a la hora de otorgar subvenciones. Pero las grandes obras, como esta que tan bien reseñas, tienen vuelo propio, y "El Sur" es ya parte de los clásicos de cine tal cual fue presentada (incluido su abrupto final)... guste o no al académico de turno.
ResponderEliminarSaludos!
Es una de mis películas preferidas, aún recuerdo el deslumbramiento que sentí al verla, siendo muy jovencita, la primera película que podía relacionar con la poesía. Umm, fue genial! Ese cambio de tiempo cuando la niña pasea en bicicleta por la alameda y regresa convertida en una adolescente, grabadita tengo esa escena.
ResponderEliminarY desconocía lo de su final, a veces el vil capital hace estas cosas. Pero mira que a mí nunca me pareció un mal final, curioso.
Un beso!
Reconozco que Elias Querejeta ha sido un productor importante para el cine español; para el cine en general. Pero lo de "El Sur" no tiene nombre.
ResponderEliminarEste produtor (estuve hace pocos años en Sevilla, conferencias y tertulias y todo eso) es un tipo bastante maleducado, muy soberbio y se cree el centro del mundo.
Interesante blog, seguro que vuelvo.
Saludos.
Yo también me emocioné viendo a Víctor Érice contar su película inacabada. Solo de pensar lo maravilloso que habría sido ver a ¡Fernando Fernán Gómez! interpretando a ese maravilloso personaje que describe Erice...
ResponderEliminarLo gracioso, y en la cara de Erice se leía la ironía, es que gran parte de la culpa la tuvieron las excelentes críticas que recibió el film inacabado.
Un saludo!
Una de las mejores películas españolas que vi. Erice es un genio. Saludos!
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