De los Apeninos a los Andes en versión japonesa. De todos modos, Marco erá un dibujo animé. Y en esta ocasión, Kitano encarna el papel del mono Amedio, pero en una actuación extraordinaria. El drama amenaza en muchas partes de la película pero todo se diluye creando una comedía amable, llena de matices, magistralmente envuelta por la melodía de Joe Hisaishi.
Una delicia.
Me ha gustado mucho esta película, mucho. Con un argumento propio de un drama consigue una comedia llena de situaciones irreales y muy tiernas, donde no se sabe si prevalece el disparate o la ternura. Takeshi Kitano hace un papel de ésos que hacen que te frotes los ojos pensando si será posible lo que estás viendo, y sí, lo es. Tan importante es la melodía (que es de las que sigues tarareando el resto del día) como los silencios, que en esta película se combinan de un modo yo diría que magistral, marcando los tiempos y el ritmo de la historia. Es de ésas películas, como "Amélie" o como "Good bye, Lennin", que hacen que te sientas bien. Será porque tiene un ángel.
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