En "Diario de un skin" dice Antonio Salas (en realidad es un seudónimo: en su libro da muchos nombres de personas sin demasiado sentido del humor) que los skinheads también son hijos de mujer: nacieron de una madre, tienen familia, hijos, vecinos, amigos. Tienen, sueños y sentimientos. Dentro de la carcasa de bestias salvajes y violentas, habitan seres humanos a los que el autor debía comprender sin caer en tópicos: si los menospreciaba podía perder la vida. Cuesta aceptarlo pero hay vida inteligente dentro. También a Bruno Ganz le criticaron por hacer un Hitler demasiado humano en "El hundimiento". Sí, ese también tuvo madre, claro."Los Soprano" muestra las dos caras del mafioso, su vida pública y su vida privada. La pública la hemos visto en multitud de películas, algunas de las mejores de la historia del cine, pero esta serie consigue sacarle todo el jugo a la parte privada del ganster. Hijos adolescentes, madres dominantes, mujeres inseguras. ¡Qué difícil es conciliar la vida laboral y la familiar! El asesino va al psiquiatra, toma prozac, hace dieta, tiene aventuras: llora abrazado a su almohada. Habla con sus amigos de trivialidades, de implantes capilares, de recetas de cocina, pero de repente sacan las pistolas y se cargan a un tipo. ¿Qué quieres que le haga?, soy un escorpión.
Los actores son magníficos, convincentes, todos ellos. Desde James Gandolfini hasta Steven Van Zandt, el que fue guitarrista de la E-Street Band de Springsteen.
Grandes guiones para una de las más grandes series.


