domingo, enero 17, 2016

"Loreak", de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga

"Loreak" había sido noticia por dos cosas. Primero por formar parte de las nominadas a mejor película en los premios Goya del 2015 y segundo por ser la candidata elegida por la Academia de Cine para representar a España en la próxima edición de los Oscar, opción a la que se dio carpetazo en Hollywood a las primeras de cambio. Si que entrara en la carrera por los Goya no tenía por qué sorprender a nadie, lo segundo sí era más digno de mención, ya que "Loreak" (flores en castellano) está rodada en euskera, siendo la primera vez que un filme de estas características era seleccionado para competir por la más preciada estatuilla del cine mundial. Más digno de mención, pero digno de mención sin más: que la academia española presente una película en euskera a los Oscar, no es algo insólito y debe considerarse completamente normal. El ínclito líder podemita Pablo Iglesias, aconsejaba con vehemencia al conjunto de la nación española que se lanzara a la sala de cine más cercana para contemplar "Ocho apellidos catalanes" de Emilio Martínez Lázaro, y de este modo poder comprender, al fin, la complejidad plurinacional del estado español. Ay. Siguiendo esa indicación resultaría que el tópico (o el topicazo) no ha de ser una máscara de la realidad, sino la verdad desnuda, quién lo iba pensar. Qué listos son los políticos y cuánto saben.
Mejor poner en marcha el DVD de "Loreak", activar los subtítulos (bueno, en mi caso es la opción por defecto, incluidas muchas películas en castellano en las que la incapacidad para vocalizar de algunos actores hace infructuoso cualquier intento de entendimiento) y disfrutar de un excelente melodrama universal. ¡Bueno, bueno! ¡Cómo que universal! Pues la verdad es que no sé si en otros países, al conducir por carreteras llenas de curvas, uno se topa con rincones adornados con flores, lugares que sabemos que son terribles, luctuosos, pero sí estoy bastante seguro de que las relaciones establecidas entre las tres mujeres protagonistas de "Loreak", son de lo más común. Lo que no es tan común es que la intensidad emocional alcanzada en esta película sea fácil de lograr sin usar factores pasionales mucho más explícitos, de factura más sencilla para sus directores y mejor digestión para los espectadores. 
Una mujer en cada vértice del triángulo y un hombre en el baricentro (repasen sus matemáticas). Madres, esposas, enamoramientos. El matriarcado poderoso, mirando con desconfianza a la amante, y la amante desazonada por los celos: al final la figura del hijo o del marido (o la hija o la mujer) no es más que una excusa para desatar tensiones posesivas, para combatir la sensación de soledad que ocasionan la costumbre destructora y la angustia de un futuro percibido como mediocre. Flores marchitas y flores frescas. Flores de autosatisfacción y flores no recompensadas: amores ocultos, platónicos, alimentados cotidianamente por la presencia: 'Codiciamos lo que vemos cada día', sentenciaba Hannibal Lecter. Flores muertas. 'Send me dead flowers every morning', o, cambiando a los Rolling por Cecilia, 'Como siempre sin tarjeta'. Platonismo revelado para llenar de color el ambiente gris de la obra, del barro, del asfalto, para continuar con las búsquedas que alimentan nuestras obsesiones.

10 comentarios:

  1. Pues la tengo pendiente aún y el DVD dando vueltas por casa... ¿te quieres creer?

    Me tengo que poner, ya.

    Saludos!

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    1. Mi recomendación es que riegues esas flores cuanto antes.

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  2. Volver a sentir, volver a estar vivos, volver a tener esa sensación maravillosa que involuntariamente nos arranque una sonrisa...una ilusión. La buscaré, tu reseña es impecable.
    Un abrazo.

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  3. Mr. Licantropunk, todo un drama en regla. Saludos.

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  4. Cómo me gustó esta película y que historia más sensible y hermosa puede contarse con la unión de dos elementos:
    -una imagen... esos ramos de flores en las carreteras.
    -una canción... Un ramito de violetas de Cecilia.
    Y de ahí los hilos invisibles que unen a tres mujeres por una ausencia.

    Beso
    Hildy

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  5. Eso de baricentro me suena a centro comercial (siempre se me han dado fatal las matemáticas)
    Vi Loreak en la Filmo de Barcelona. Yo creo, arriesgándome a parecer cursi, que esas flores simbolizan el aroma del recuerdo. Es una triste película pero muy buena, un drama intimista con un toque de suspense.
    ¿En serio Iglesias recomendó "Ocho apellidos catalanes"?!! Madre mía...
    Saludos!
    Borgo.

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    1. De aquel debate a cuatro sólo recuerdo esa frase. Será porque fue la única mención al mundo de la cultura. Bueno, cultura o lo que sea...

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