miércoles, julio 15, 2015

"Mad Max: Fury Road", de George Miller

Treinta años después, una continuación de la saga. Se puede pensar que es innecesaria, más allá del beneficio taquillero que seguro que reporta este espectacular nuevo episodio, pero quedaban tan lejanas ya aquellas marabuntas del motor, aquellos chiflados en sus locos cacharros, lanzados en persecuciones suicidas repletas de explosiones, acción y violencia, que se agradece el revival. Y mucho. Si encima la dirige George Miller, responsable de todas las entregas realizadas hasta el momento, más aún (gran virtud no haber abusado de infografía y que los vehículos tengan consistencia real: humo, aceite y acero).
Es curioso ver cómo ha ido cambiando el entorno depredador de "El loco" Max. En la primera se percibían vestigios de un mundo civilizado que se estaba desmoronando a pasos agigantados. El público que acudía al cine en 1979 tenía pocos motivos para el optimismo. La segunda crisis del petróleo sacudía con fuerza la economía mundial, impulsada por motores de gasolina, al disparar el precio del crudo hasta el triple de su valor previo. Por otro lado, el reloj del apocalipsis nuclear, implacable baremo del grado de conflicto durante la Guerra Fría, seguía con las agujas muy cerca de la medianoche. De aquel espíritu bebe sin freno "Mad Max: Salvajes de la autopista", y su estética nihilista y postpunk tiene sus referentes en autores de cómic distópicos como Moebius, Richard Corben, Jodorowsky y otros, que en la época dejaban constancia de su arte en revistas míticas como Métal Hurlant o Totem. En las siguientes partes el panorama empeora sin remedio. De la refinería, acosada como un fuerte del far west, de la segunda película, "Mad Max 2: El guerrero de la carrtera" (recuerda a lo que se hizo más tarde en "Waterworld" de Kevin Reynolds, muchas similitudes, pero desierto de agua salada en ese caso), a la bulliciosa Negociudad de la tercera, "Mad Max, más allá de la cúpula del trueno": Tina Turner, en la cima de su popularidad, interpretando a la reina del saloon (la Vianna de "Johnny Guitar" de Nicholas Ray: mujer que domina un territorio de hombres salvajes) en una especie de indómito poblado minero que requiere mucha mano dura para seguir funcionando: duelos singulares para dirimir diferencias y ruletas de la fortuna para decidir destinos: el juicio de Dios sigue impartiendo justicia tras el fin del mundo. Niños perdidos y mitos fundacionales. Los guiones de las aventuras de Mad Max siempre han estado bien rematados.
Y en la cuarta el ecosistema evoluciona hacia la cultura mística de La Ciudadela: el Motor es la divinidad suprema, los símbolos de sus sacramentos son el volante, los pistones, el cromado o el V8, y el líder absoluto, el sumo sacerdote Immortan Joe, parece sacado de las portadas de los discos de Motorhead, Megadeth o Iron Maiden: estética metalera como una consecuencia obvia para la saga: las crestas mohawk pasaron a la historia. La Ciudadela es una colmena bien organizada, donde cualquier ser humano ha sido reducido a la condición de insecto, destinado desde niño a ocupar una casta uniforme en aspecto y funcionalidad, prescindible en su anonimato. No hay civilización sin revolución, ni revolución sin héroe, y de nuevo surge, procedente de ninguna parte, el australiano errante, más antihéroe que héroe, entre el altruismo y la lucha por la propia supervivencia, condenado a vagar eternamente por el desierto. ¿Quién es Mad Max? ¿Tom Hardy? ¿Charlize Theron? Quizás sean los dos, quizás no lo sea ninguno. Me temo que Mel Gibson sea el único actor capaz de portar el nombre del loco, el de un lunático de mirada tan alucinada como desvalida, que trasmitía eficazmente sentimientos de dolor y desesperación: el trauma iniciático y sin retorno que consumía sus días. El loco que hace tres décadas dejó una huella cinéfila imborrable.

13 comentarios:

  1. No niego que esté bien hecha la persecución requetedigitalizada, pero dos horas con lo mismo es una pesadez. Y cuando hablan es peor...

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    1. ¡Para lo poco que le gustó hay que ver qué bien se la tragó!
      No digo que no tenga imágenes generadas por ordenador o retoques digitales, digo que no se ha abusado del recurso. La película conserva gran parte del estilo que el propio George Miller refinó en tres entregas consecutivas (a principios de los ochenta pocos ordenadores hacían cine) y se nota que ha insistido en ello, en emplear especialistas y en mostrar vehículos y persecuciones reales.

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    2. Es una película repetitiva y cansina, con personajes que no me interesan nada, con un argumento inexistente en la mayor parte de la peli y, cuando lo tiene, es ramplón y de diálogos muy flojos. No me gustaron los primeros "Mad Max" tampoco, está claro. En resumen, la meto en la categoría de películas que no defraudan porque te dejan claro lo que vas a ver desde el primer minuto ("Alien 3", "Tintín", "La amenaza fantasma", la última de Indiana Jones...).

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  2. al final no entendí si te gustó o no... creo que si pero no te animaste a criticarla.... a mi me resultó la mas pesada del año... un abuso en todo sentido, principalmente visual... salu2!

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    1. Lo pasé bien viéndola, sobre todo porque me sumí en el tierno regazo del déjà vu, recuerdos de las otras tres partes que disfruté inmensamente, long time ago.

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  3. Todavía no la he visto... pero aproveché para ver las tres primeras, las de Mel Gibson, que nunca las había visto. Mad Max tiene su fuerza en lo visual y en la atmósfera que logra transmitir en las tres (esa sensación continua de apocalipsis, de final) así como ese héroe que va convirtiéndose en errante y en leyenda. La cuarta terminaré viéndola, además para mí tiene el aliciente de un actor que ahora me gusta mucho, Tom Hardy.

    Besos
    Hildy

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    1. Fíjate lo que puede pasar si ves esas películas cuando eres un adolescente, esa visión del mundo tan apocalíptica como sugerente. A Tom Hardy hay que seguirle la pista, buen actor, pero no como Mad Max.

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  4. Pues sí, Mel Gibson es el único y verdadero Mad Max, que no se diga lo contrario.
    Y con respecto a la peli, debo decir que me encantó con su locura al máximo y persecuciones demenciales, pero carece de lo que hizo de la primera y la segunda algo tan especial. No la mejor de la saga, pero una muy buena, sí señor.
    Saludos.

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    1. Creo que el guión es bastante peor que en las anteriores, se hace demasiado hincapié en las persecuciones, demasiadas secuencias para ello, e incluso la trama se pone un poco ñoña al final. El signo de los tiempos.

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  5. Ni tu impecable reseña me va a disuadir. Las anteriores me ha costado digerirlas y ésta, casi seguro, que no cae. Mi problema es esa soporífera atmósfera apocalíptica jejeje.
    Un abrazo y feliz fin de semana

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    1. No sé cómo será para una persona que aterrice ahora en esta saga. En los años de los tres primeros capítulos, la estética de las aventuras de Mad Max era totalmente magnética. También la mirada era más inocente que ahora, en la que el público ha tenido ocasión de verlo todo.

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  6. Mr. Licantropunk, con las vacaciones terminadas ya hace un rato largo ( principal inactividad bloguera mia de ultimas semanas ) y con poco tiempo a cuestas por distintos motivos, mayormente laborales ( mayor razon de inactividad bloguera, como le debe pasar a muchos blogueros ), poco a poco voy regresando y visitando a los vecinos; bien, con respecto al amigo Affleck, por mi aprte no creo que sea mal actor y concuerdo con usted que tiene, como me parece que le pasa a muchos actores, cierta holgazaneria actoral, pero en " Argo " esta bastante bien, concuerdo en que "Perdida" no es un gran film, una mas si se quiere; por el lado de Mad Max, al Gibson se lo extraña, pero esta nueva entrega, que pareciera innecesaria trae nueva fuerza consigo, veremos que nos depara el futuro del loco Max. Cordiales saludos y nos estamos leyendo.

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    1. ¡Bienvenido! A Ben Affleck supongo que le mantengo una antigua ojeriza, pero tampoco hace nada por arreglarlo. Ay, si tú me dices Ben yo digo Affleck (que, por cierto, es el título de una canción del grupo Love Of Lesbian). Y habla usted del futuro de Mad Max. Sí, creo que la saga tiene opciones de tirar hacia delante con más entregas, lo que dudo es si va a encaminarse hacía más espectacularidad o más historia. Bueno, me temo que no lo dudo...

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