martes, febrero 22, 2011

"Enredados", de Nathan Greno y Byron Howard

Otra princesita para la máquina de escupir merchandising. Las niñas ya no quieren ser princesas, cantaba Joaquín Sabina en los tiempos heroicos (y la canción continuaba diciendo que a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de ginebra: versos geniales sobre la perdida de la inocencia: "Pongamos que hablo de Madrid", del disco "Malas compañias" de 1980: ya ha llovido), pero la frase no tiene por qué ser verdadera: muchas sí quieren ser princesas, sobre todo cuando son pequeñas. Y la factoría Disney, ubicua, fortalece ese anhelo y se aprovecha de él en la mayoría de sus producciones: fábrica de sueños para que los padres se rasquen el bolsillo.
"Enredados" es una revisión de "Rapunzel", el antiguo cuento germano sobre una joven de largos cabellos que vive prisionera en una torre y que arroja su melena por la ventana para que un príncipe (azul, claro) la rescate. El resultado es una entretenida mezcolanza de géneros, desde la fantasía al romántico, pasando por el musical y el cine de aventuras, donde no falta la bruja malvada obsesionada con la belleza (trasunto más o menos cercano de Cher, en esta ocasión): tampoco faltará una muerte violenta que ponga fin a sus maldades: otra marca de la casa.
Se abandonan los clásicos acetatos animados, que se utilizaron hasta la reciente "Tiana y el sapo", de Ron Clements y John Musker (me gustó más que "Enredados", al menos en lo que se refiere a los números musicales: toques jazz para una trama localizada en Nueva Orleans), para entregarse por completo a la generación informática de dibujitos tridimensionales, mucho más apropiados, por supuesto, para exprimir la taquilla 3D. Echaré de menos ese modo de animación, una estética que ya no volverá, pero también eché de menos cuando abandonaron los doblajes "latinos", aquellos acentos fantásticos, con el estreno de "La bella y la bestia", de Gary Trousdale y Kirk Wise (en todas estas películas los directores van por parejas, como si les diera miedo ir solos al país de los "dibus"), en 1991 (también llovió desde entonces, incluso nevó). Al final a todo se acostumbra uno. A aburrirse en un cine, no, a eso no nos acostumbraremos nunca. Tampoco ha sido el caso. Y los niños encantados. Bueno, sobre todo las niñas. Esas princesas.

9 comentarios:

  1. Mr. Licantropunk, es cierto, la vieja tecnica se extraña, un saludo.

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  2. Pues yo me reí un ontón. Y mis hijos también, bueno el peque estaba ya al final un poco hasta la polla de tanta cancioncilla.
    Lo que me dejó fascinado es el tratamiento de la enfermiza relación madre- hija que hacen, sin ninguna concesión para el público infantil.

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  3. Ummm una que me saltaré, no tengo la excusa de las princesitas de la casa y Disney me estomaga...

    Y porque estoy cansada si no te iba a soltar una arenga feminista y antisistema que ibas a ver.... jajaja. (ays, son costumbres, ya sabes... jeje)

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  4. Una diversión inocua pero, al fin y al cabo, diversión. Mi hija de cuatro años vive en un mundo de princesas rosas.

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  5. Mi hijo tira más de Gormitis que de princesas pero le gustó bastante la peli y a mí me entretuvo, lo suficiente al menos para no dormirme después de una timba de póker de doce horas. Saludos. Borgo.

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  6. Y a mí que el cine de animación en 3d no acaba de gustarme especialmente... prefiero la animación tradicional. No la he visto, pero con una niña en casa, es cuestión de tiempo que crezca y quiera verla, así que...
    Saludos
    P.D.: Coincido en lo del toque jazzistico tan bueno de Tiana

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  7. Cuando se dijo que la productura volvía a los sistemas clásicos con "Lilo y Stitch", la decepción fue monumental. Por tanto, me tengo que remontar a la reposición en cines de "Merlín el encantador" para recordar favorablemente aquellos dibujos tradicionales... Ahora la cosa va por otro lado, por lo menos en cuanto a los fondos de acuarela y personajes de tinta. Echa una ojeada a este pedazo de obra maestra
    http://www.youtube.com/watch?v=1SsXQ8M4Ee8

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  8. Belknap: me llamó la atención la nueva estética. Supongo que asociábamos Disney a lo otro.

    Hijoeputa: esta productora se distingue por soltar algunas cosas que a los peques los deben dejar temblando.

    Marga: no estoy de acuerdo con esos estereotipos pero no deja de asombrarme encontrarlos: las princesitas de la casa, lo son. Y me pregunto por qué.

    Pepe Cahiers: a mi me lo va usted a decir. Es tremendo.

    Miquel Zueras: a la timba... ¿fue el niño también? ¡Vaya mezcla! Disney y poker. ¿No se te ocurrió un relato?

    Crowley: en "Enredados" la estética 3D no me gustó: demasiada apariencia de muñeco para este caso. También creo que prefiero la tradicional: herencia de leer cómic, supongo.

    Tomás Serrano: "Tiana y el sapo" está en el rango "tradicional" y es bastante buena. "Lilo y Stitch" le encanta a los niños y no a los mayores, que es el secreto del taquillazo: gustar a todos los públicos. En cuanto a ese pedazo que me has mandado, no sé si quiero ver el resto...

    Saludos a todos

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  9. Querido amigo he visto la pelicula,y esta muy divertida.Tu comentario muy acertado y muy bueno,como siempre.
    Eres un genio.saludos

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