domingo, julio 18, 2010

"El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", de Peter Greenaway

Peter Greenaway, pintor de películas. Barroco, recargado, exagerado y genial. La elegancia se mezcla con la escatología, la educación con la barbarie: un pintor de contrastes. La cocina del restaurante "Le Hollandais" (Rembrandt, Vermeer, constantes influencias en la obra cinematográfica del director galés; el cuadro que cuelga de la pared del comedor también es de otro holandés, "Banquete de los arcabuceros de San Jorge de Haarlem" ,de Frans Hals) se ilumina en verde hasta alcanzar el atuendo de los personajes que pasa a ser rojo en cuanto se abre la puerta del comedor y una luz de burdel invade la enorme estancia: en la cocina habita el cocinero, el artista, y su despensa es lugar propicio para los encuentros apresurados de la mujer del ladrón y su amante bibliófilo: el comedor, por el contrario, es el reino del ladrón, del villano y sus secuaces, el lugar donde está permitida la entrada a cualquiera que se permita pagar el precio del menú: el comensal es el encargado de transformar la creación en mierda. Greenaway hace está película a finales de los años ochenta, tras una década de thatcherismo: hay que romper algo (este director es rompedor y provocador, sin duda, poco dado a morderse la lengua: que se lo digan a Javier Tolentino que aquella noche de Viernes Santo pasó su calvario particular).
La iluminación, el vestuario, los decorados, hacen que el ambiente se sitúe por encima de la trama, que parece pasar a un segundo plano para dejar sitio al empacho estético. La música de Michael Nyman es compañera identificable e ineludible de las imágenes. Una y otra vez, una y otra vez, hasta alcanzar el clímax dramático de la cinta: el marido cornudo y la adultera desdichada alternan sus venganzas, un plato que dicen que se sirve frío. A mi me pareció que la carne estaba en su punto. Obra maestra.

Si alguien está interesado en lo que comentaba más arriba acerca del encuentro que mantuvieron Peter Greenaway y Javier Tolentino, el director de "El Séptimo Vicio" de Radio 3, aquí dejo el enlace al audio de aquel inolvidable (necesariamente) programa.

6 comentarios:

  1. Greenaway es uno de mis directores predilectos. "Un pintor de contrastes", definición absoluta, el motivo no es otro que este señor se dedicaba a la pintura antes de ponerse a hacer cine. Absolutamente provocador y original, y está película es, junto a "Las maletas..." de las más logradas. Esto me recuerda que a ver si me pongo a escribir más sobre directores que me encantan y todavía no lo he hecho... pura pereza.

    Saludos!

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  2. No puedes hablar de pereza: tu blog no descansa y nos sueles traer nombres de los que apenas oímos hablar. Lo que siempre es de agradecer.
    Saludos.

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  3. No soy muy entusiasta del cine de Greenaway,posiblemente con la escepción de El vientre del arquitecto.Hace mucho que se viene diciendo sobre la muerte del cine pero precisamente él despotrica de los grandes clásicos.No hace mucho leí en una entrevista que decía que la película Casablanca era un pastel(?)Creo que con su temperamento el cine corre pelígro y no romperá nada.Los grandes clásicos lo hicieron constantemente en silencio;Ford,Hitchcock,Buñuel,Vigo,Vidor y tantos otros.Sus películas sí que nos quedarán para seguir combatiendo,pero dudo que lo consiga,por ejemplo;Las maletas...
    Un fuerte abrazo.

    Por cierto;tu reseña me ha parecido magnífica.

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  4. Francisco Machuca: la querencia de este director por la boutade es notable. En eso me recuerda a Werner Herzog, otro gran provocador y otro amante del riesgo. Sin embargo la puesta en escena de "El cocinero,..." me parece impresionante. Me gusta el ojo que tiene Greenaway para el cine y su fuerte relación con el mundo de la pintura.
    Y gracias por el reconocimiento, que sabes que es mutuo. No, el mio es más grande.
    Saludos.

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  5. Licantro, me da que yo voy circulando por otra galaxia cinematográfica... Claro que conozco a este señor, pero también creo que intenté hace tiempo ver "El vientre del... colega" y no pude con él. Estas últimas noches me he movido (otra vez) entre "Johnny Guitar" y "Senderos de gloria". Quizá algún día...

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  6. El título de esta película me recuerda al de "El fontanero, su mujer y otras cosas de meter" ¿qué quieres?, me eduqué en un cine de barrio. A pesar de todo, "El contrato del dibujante", me dejó patidifusa, No entendí ni patata pero estuve toda la película sin pestañear. Me hipnotizó absolutamente y me gustó, algo bastante inexplicable, pero me gustó. No lo he seguido con demasiada afición, lo reconozco y el resto de sus películas ya no han ejercido ese efecto en mí.
    Por lo demás, coincido contigo: un amante de la boutade, por no llamarlo borde directamente. Ay! estos artistas...
    Besos.

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