martes, mayo 18, 2010

"Todos nos llamamos Alí", de Rainer Werner Fassbinder

El miedo devora el alma.
El director rodó esta película en menos de un mes, aprovechando el parón entre dos rodajes (prolífico director, autor hiperactivo: su entrada en imdb muestra 43 títulos dirigidos en 16 años: las drogas que consumía para mantener el ritmo fueron las mismas que le llevaron a la tumba con apenas 37 años: start/stop, la diabólica montaña rusa de la adicción). Cuenta el romance entre una viuda alemana en edad pre-jubilar (impresionante interpretación de Brigitte Mira) y un emigrante marroquí que ha acudido a la llamada del milagro germano, del país arrasado y vencido que no se puede reconstruir por sí mismo por falta de mano de obra nacional: los campos de batalla y los campos de la muerte, la guerra y el exilio (a él lo interpreta El Hedi ben Salem, a la sazón amante de Fassbinder: otra muerte desgraciada ya que se ahorcó en la celda de una cárcel francesa el mismo año, 1982, en el que poco después moriría el director alemán debido a una sobredosis). Esta pareja desigual se conoce una noche en un bar, se van a vivir juntos y después se casan: como tantos otros. Pero estos lo harán contra todo y contra todos: vecinos, familia, compañeros de trabajo: el desprecio al emigrante, ese bulto sospechoso, una condición que se arrastra hasta nuestros días en vez de quedarse anclada en fotogramas de 1974, se suma al escándalo de la señora que se lía con un hombre algunas décadas menor: furor entre sábanas.
Un día se van de vacaciones hartos de estar hartos, huyendo del rechazo. A la vuelta, de forma impensable, todas las barreras se derrumban: la aceptación social, la ausencia de conflictos externos, será sin embargo la que dejará al descubierto la diferencia de edad y los propios prejuicios de cada uno: Fassbinder, mirada poliédrica, incansable búsqueda de sesgo autodestructivo, ausencia total de mojigatería y sobrado afán de provocación, no permite un giro convencional a la trama sino que apura los puntos de vista que ofrece la situación planteada en la cinta. Y así, una peliculita de quince días resulta ser una de las mejores de su filmografía.

6 comentarios:

  1. Amigo Licantropunk,
    esta me la apunto porque aún no la he visto. Está en mi lista de pendientes, pero acelero su visionado tras leerte. Como dices es curioso que lo que se ha rodado en tiempo record y aprovechando momentos puntuales muertos, sea su mejor obra. De lo suyo que he visto, lo que más me gusta es Berlin-Alexanderplatz, que ne parece sublime.
    Un saludo

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  2. Desconocía la historia trágica de su protagonista masculino. La del director si, porque menudo curriculum que tenía el amigo, que hasta chantajeaba a los productores con parar los rodajes si no le entregaban kilos de farlopa.

    A mi me gusta mucho esta cinta, mas que otras de Fassbinder como la serie "Berlín Alexanderplatz" o "Lili Marleen". Es la mas, ejem, "real" del director. Sin mucho teatro, ni luces de colorines, ni la cámara moviéndose, suavemente eso si, pero sin parar.

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  3. Estimado Licantropunk, la tendre en cuenta, saludos.

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  4. La he visto, es una de las primeras que conseguí cuando puse hace unos años internet en casa. Yo creo que si esta película tiene tanta fuerza es porque hasta cierto punto el director está implicado en la temática. Al principio parece un drama corriente, un "todos contra nosotros" al uso, pero a medida que avanzan los minutos se ve una película muy sincera. Algo así como cuando escribimos algo tan rápidamente y el resultado es nada más que toda la verdad, tal como sale, y esta peli la hizo muy rápido. Me gustó especialmente cuando enfoca los rostros de la familia (y los niños) en el momento que Emi (?) les comunica que se ha casado... Tengo que volver a verla, y me ha gustado el post.

    Un saludo ;)

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  5. Brillante texto, efectivamente. Pues esta sí la vi, hace muchos años, en el Colegio Mayor. Y tengo aceptable recuerdo, sobre todo teniendo en cuenta que era de las primeras europeas que veía...

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  6. De acuerdo contigo, debe ser de las mejores de Fassbinder. Me gusta por su austeridad y su transmisión de información directa al público. Y como siempre muy creible Brigitte Mira (quizás la otra peli que siempre me gustó de Fassbinder sea otra de Mira: Mamá Kusters).
    Saludos!

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