domingo, noviembre 23, 2008

"Ararat", de Atom Egoyan

Las circunstancias del rodaje de una película histórica pondrán en relación el drama que se está filmando y las vidas de las personas que participan en la realización del mismo: armenios que se asoman, encaramados al odio de las historias que han escuchado desde la niñez, a la tragedia del origen de su exilio: la violenta matanza que desencadenó la diáspora de su pueblo. El genocidio armenio.
El propio director, descendiente de armenios, formará parte de su guión en el personaje de Edward Saroyan (interpretado por Charles Aznavour, francés de padres armenios: su canción Ils sont tombés evoca a los muertos del genocidio). Exorcizar los demonios familiares, los odios ancestrales que se incorporan al código genético durante generaciones. En la película cobra protagonismo la figura del pintor Arshile Gorky, que vivió los hechos y cuya obra "El artista y su madre" es símbolo del doloroso recuerdo. Las manos inacabadas o borradas. Manos de madre muerta de hambre, de sufrimiento: el detalle más lacerante.
Llamar o no genocidio a la muerte de más de un millón de armenios es cuestión de debate. Los agresores defienden que lo sucedido fue una acción de guerra; los agredidos piensan que fue un intento de exterminio: el intento premeditado de acabar con una etnia que había vivido durante milenios al este de Anatolia. Ambas partes tenían el mismo pasaporte (turcos todos ellos), pero distinta religión. El sempiterno leitmotiv de la más grandes barbaridades de la historia de la humanidad.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano está perdiendo su batalla en el frente oriental. Rusia, al otro lado de la frontera, promueve el nacionalismo armenio que lleva ya décadas enfrentado al poder central turco. Conseguir un aliado afín no tiene precio en tiempos de guerra. Así, la excusa de la amenaza de una quinta columna, será el detonante de la matanza. Primero la desmovilización de todos los soldados armenios del ejercito otomano; segundo la detención de las élites; tercero la deportación. Todos los pasos llevados a cabo con la mayor violencia posible, con el propósito de lograr una rebelión: la justificación del ataque implacable del ejercito, como si el genocidio con atenuante de defensa propia fuera menos genocidio. Campos de concentración, exilio masivo, torturas y violaciones. Desolación y muerte.
Alemania es la única nación que ha reconocido haber realizado un genocidio sobre su propio pueblo. Será porque fue derrotada hasta las cenizas. Turquía niega el suyo. Y España...

9 comentarios:

  1. Genocidio. Desolación y muerte. No sé si me atreveré a verla. Ya me dirás. Buena entrada, pero que la deja a una algo así como triste.
    Saludos.

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  2. La ví hace unos años, cuando fue estrenada en Madrid. Salí del cine impactada, removida... como siempre que vemos una película que no intenta distraernos a través de lo contado sino que intenta enfrentarnos a ello. En fin, me gustó mucho.

    En cuanto a los genocidios... totalmente de acuerdo, Alemania ha sido el único país y no creo que se debiera a responsabilidad y coherencia democrática, no les quedó más remedio empujados por las circustancias. De haberlo podido evitar hubieran hecho como en este país: negar las evidencias reduciendo todo al simplismo y la desfachatez. Más en fin... pero este profundamente decepcionado y triste cuando no cabreado.

    Un beso.

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  3. No la he visto, pero por lo que dices parece interesante. Tomo nota.

    Por cierto, la que sí he ido a ver es "Al otro lado" (sola, por eso no había ido antes, no encontré con quien), en parte gracias a tu recomendación, y he de decir que la película me ha parecido excelente. Habrá que seguir a su director, a ver qué nos depara.

    Un saludo!

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  4. No he visto esa peli de Egoyan, pero me encantaron "El viaje de Felicia" y "El dulce porvenir", así que todas las que pueda ver de él mejor...
    Del genocidio armenio vi el año pasado la de los hermanos Taviani: "La casa de las alondras"; sólo pasable, pero con escenas verdaderamente impactantes.
    Saludos.

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  5. akebono: no es especialmente dura, salvo alguna escena del éxodo masivo. Es más teatral que realista pero el mensaje es claro. Hay que verla y meditarla.

    margot: el nacionalismo es una forma de nostalgia que ensalza el pasado. Así, admitir una matanza tan brutal y despiadada, aunque la cometieran otros, sería contradecir un absurdo ideario.

    babel: muy buena "Al otro lado". De ese director tengo pendiente "Contra la pared", que creo que también es buena. Me alegro de que mi recomendación te haya llevado a buen puerto. De eso se trata, de que compartamos intereses mutuos.

    ethan: de este director tengo a medio ver "Exótica" pero no he visto nada más. La verdad es que no me acaba de rematar.

    Saludos.

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  6. me niego a creer que el genocidio es algo que se hace cuando no queda más remedio. y hay que tener cuidado con lo que se dice.

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  7. tan versátil: el genocidio es un intento de exterminio de un grupo humano determinado. Por el motivo que sea, a cual más estúpido. En mi opinión toda guerra es una forma de genocidio porque se lleva por delante a la población civil. La guerra es evitable, ergo el genocidio también. Hay que recordar (la tan manida memoria histórica) para no volver a cometer los mismos errores. ¿Tener cuidado con lo que se dice? Sobre todo hay que tenerlo con lo que se hace. Como se dice en la última campaña de Amnistía Internacional: el poder de tu voz. Es lo que nos queda a los pacíficos.
    Saludos.

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  8. Y sin embargo no he visto todavía nada de Atom Egoyan,y no es por nada particular,son esas cosas que pasan;ves muchísimo cine y siempre con esa sensación que algo importante te está perdiendo.Bueno,pasa lo mismo con los libros.
    Debo decidir de una vez por todas alquilar algo de Egoyan.

    Un abrazo.

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  9. Esta me ha gustado, pero otra que tiene que dicen que es muy buena, titulada "Exótica", me he puesto a verla un par de veces y mis párpados han podido más que el celuloide.
    Saludos.

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