domingo, diciembre 02, 2007

"El mercader de Venecia", de Michael Radford

La trama de esta obra de Shakespeare es sobradamente conocida. Un usurero llamado Shylock, de religión judía, le concede un préstamo al caballero Bassanio. Este, gambitero de escasos recursos económicos y que quiere conquistar a su amada con el dinero del crédito, presenta el aval de Antonio el mercader. Los créditos con intereses estuvieron muy mal vistos durante la Edad Media, suponiendo un conflicto de índole moral y religiosa: el pecado de usura, nada menos. Esa actividad económica era en su mayor parte realizada por judíos ricos de la época que, no teniendo bastante con ser considerados los asesinos de Jesucristo, eran tratados con desprecio por su fama de avaros y codiciosos. Los poderosos, los nobles, la realeza les debían mucho dinero, malgastado en guerras y palacios, así que medidas como los edictos de expulsión promulgados por los Reyes Católicos durante el siglo XV iban un paso más allá de la defensa de la fe, convirtiéndose también en una forma eficaz de cuadrar las cuentas del estado. "The economy, stupid". Siempre lo ha sido.
Shylock no va a pedir ningún interés por el préstamo concedido. Ningún interés en ducados, claro, porque la condición que impone en el contrato es que si al cabo de tres meses no se le ha devuelto el dinero, se quedará con una libra de carne de Antonio. Cobrar en carne, muy distinto a cobrar en especie. En fin, alguno daría un brazo con tal de perder de vista la hipoteca.
"El mercader de Venecia" nunca había sido llevada al cine debido a su patente carácter antisemita. Al parecer está vez no se ha realizado una adaptación literal del texto de modo que no se dieran de arder los cines donde se estrenara la película. No he leído la obra de teatro original así que no sé que cambios se han hecho para rebajar el tono del texto: a mi entender, los judíos no quedan muy bien parados en esta película: el original debe ser tremendo.
Shakespeare está muy presente en el cine moderno, con dos tipos de adaptaciones, unas fieles al original y otras más o menos alejadas. En este segundo grupo se encuentran desde las que sólo cambian la ambientación o la época y mantienen el texto, hasta otras que simplemente representan algún pasaje o están vagamente inspiradas en alguna obra. Por ejemplo, "Ran" de Akira Kurosawa (basada en"El rey Lear"), "Mi Idaho privado" de Gus Van Sant (en "Enrique IV"), "Romeo + Juliet" de Baz Luhrmann (textos de "Romeo y Julieta" en boca de pandilleros de diseño) o "El rey León" de la factoría Disney ("Hamlet" o el cachorro llamado Simba). De las del primer grupo, de las adaptaciones fieles, me quedo con esta y con el "Hamlet" de Franco Zeffirelli (aunque el papel de Hamlet lo hiciera Mel Gibson, ya ves. Las de Kenneth Branagh, por otro lado, no me han gustado). Al Pacino en el papel de Shylock o Jeremy Irons haciendo de mercader, le dan lustre a la cinta y también están muy bien realizados el pasaje del juicio en presencia del Gran Dux de Venecia o los retratos de los típicos enredos románticos del dramaturgo inglés. Buena película.
El director Michael Radford también dirigió "El cartero y Pablo Neruda" y ahora está preparando la adaptación cinematográfica de la novela "La mula", de Juan Eslava Galán. Tengo el libro por aquí pero aún no lo he leído. A ver si lo leo antes de ver la película y, por una vez, realizo una comparación con fundamento.

7 comentarios:

  1. Todos tus post tienen fundamento.
    Shakespeare es inagotable por tocar los temas "existenciales"del ser humano.El mundo cambia,el hombre no.Se puede llevar cualquiera de sus obras incluso al espacio exterior.Como muy bien dices,de Kurosawa a Gus Van Sant.La obra de Shakespeare,leída,contiene algunos deslices que desaparecen al ser interpretadas,porque su obra está escrita para ser interpretada y no leídas en formato de libro.
    Estoy completamente de acuerdo con lo que dices de Branagh.Es curioso,cuando él proviene del teatro de Shakespeare. Lawrence Olivier,creo, que lo hizo mejor,y no digamos de Orson Welles.
    Un abrazo shakesperiano.

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  2. Me encantó la película aunque la obra la leí hace siglos... sin contar que Jeremy Irons es mi debilidad, ummm, qué le voy a hacer!!

    En cuanto a su antisemitismo es cierto que se produce pero es que Shakespeare vivió en una época en la que no estaba mal visto... no existían lobbys, jajajaja. Al enfrentarse a una obra clásica conviene hacerlo con los ojos de su época y sin juzgar. Algo que hoy en día parece bastante complicado...

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  3. f. machuca: casi no he leído teatro, algo que como tu mencionas, es una especie de acto antinatural. Si que hice teatro en el instituto, como cualquier otro estudiante, y esa sí es la experiencia: subirse al escenario. De Shakespeare Lo único que leí fue "Hamlet" pero no tenía una calavera a mano.

    margot: gran Irons. Se ha encasillado un poco en papeles de época, pero es el último gentleman. Sí, estas obras no deben sacarse de contexto, pero ese es otro de los grandes vicios de huraños impenitentes o tertulianos ganapanes.

    Saludos

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  4. Esta película la vi en dvd, mejor dicho no llegué a terminarla. Me pareció muy pobre, a pesar de Irons y Pacino. Una pena. Shakespeare parece ser difícil de verter en el celuloide. Lo más destacado se dió con Lawrence Olivier como dice Francisco, y quizá ese Hamlet de Gibson. Un abrazo fiel lector.

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  5. no vi la película ni leí el libro. por otra parte, los idiotas que ya piensan mal de un negro, de un judío o de un homosexual, sólo por su condición de tal, nunca quedarán libres de ser tan idiotas, y el resto de la gente ya tiene esa libertad. igual creo qeu se puede, o debería poder, armar arte sin generar odio.

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  6. Me encanta Ran, de Kurosawa.

    No he visto esta peli de El Mercader de Venecia, a pesar de que el reparto incluye varios portentos que la hacen atractiva... Últimamente las adaptaciones de novelas y obras de teatro me dan un poco de yuyu, la verdad...

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  7. Una película que de verdad merece la pena de verse, con una fenomenal ambientación de la ciudad de los canales. Michael Radford nos cuenta una historia basada en la célebre obra de William Shakespeare. Magníficas interpretaciones encabezada por el genial Jeremy Irons, y el siempre extraordinario Al Pacino. una película de verdad, para mi bastante buena, pués a parte de su guión, Radford sabe conducir muy bien la historia, y logrando unas imágenes de gran belleza, aparte por supuesto sus geniales diálogos. En definitiva, una estupenda película, muy sobria y con un contenido sumamente soberbio. Saludos!!!
    http//:pablocine.blogia.com

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