domingo, octubre 08, 2006

"Flores rotas", de Jim Jarmusch

Un hombre recibe una carta anónima. La carta dice que tiene un hijo de diecinueve años. El es un galán solterón entrado en años que percibe la decadencia de su poder seductor. Tal fue el frenesí de sus años jóvenes, que duda entre cinco distintas posibles madres de su hipotético hijo. Asi que, con la intervención decisiva de un vecino voluntarioso que le anima a iniciar la búsqueda, emprende un viaje para visitar a sus antiguas amantes y esclarecer la sorpresiva noticia. Y la película es el viaje. Etapas sucesivas donde se reencuentra con cada uno de sus antiguos amores y se producen distintas situaciones que dan el juego suficiente para que la película avance con soltura.
Bill Murray hace el mismo papel de cincuentón de vuelta de todo que tenía en "Lost in traslation". No me gusta su interpretación, bastante neutra: será porque lo asoció a la sobreactuación de la mayoría de sus comedias y no me lo creo cuando se pone un poco más serio. De hecho lo único que hace es adoptar una postura hierática e inexpresiva y dejarse llevar por los acontecimientos. O quizá sea el tono lánguido, tranquilo, de las películas de Jarmusch. Esa música cálida. Fantástica.

3 comentarios:

  1. Yo la ví no hace mucho. Es una película extraña, no se puede decir que sea una mala actuación, tal vez sea lo que tenía que demostrar, esa apatía del personaje. Me pareció que la película demuestra esa manía de volver al pasado para darse cuenta de lo que ha cambiado uno, porque nada, ni nadie es igual a entonces, lo que quiere decir que ese pasado que queremos encontrar nunca será alcanzable, porque nuestra mente también tendría que retroceder.

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  2. Sí, debe ser la película del "¡Como hemos cambiado!". Me quedo con el final, que me parece muy bueno: la transición de la apatía que comentas, a la obsesión por encontrar al hijo.
    Un saludo.

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  3. Oh, es eso. ¡Practicamente no he visto a Murray en otras pelas!

    y en este film, lo he visto natural en esa gestualidad minimalista.

    La pela ha quedado fresca en mi memoria, con esas actuaciones naturales y el VIAJE, como centro, metafórico, sugerente, con humor y drama, en realidad una película inclasificable.

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