miércoles, diciembre 27, 2006

"Fuego en la nieve", de William A. Wellman

Hazañas bélicas. En diciembre de 1944 la mítica 101 División Aerotransportada norteamericana se vio rodeada por las tropas alemanas en la ciudad belga de Bastogne. Hitler contraatacó en el norte de las Ardenas cuando ya nadie creía que fuera posible y el resultado fue la mayor batalla del frente europeo occidental durante la Segunda Guerra Mundial. Los soldados americanos aguantaron durante dos semanas el intenso ataque alemán en un paisaje cubierto de nieve, resguardados en sus pozos de tirador, esperando la llegada del Tercer Ejercito del general Patton.
La película es del año 1949 y está muy bien realizada para la época. El blanco y negro y la inclusión de imagenes reales, documentales, del campo de batalla, le aportan realismo a los nevados decorados hollywoodienses. La camaradería en el frente, el mito erótico de las mademoiselles francesas, los bajas heroicas, las raciones K. Música swing y cartas Dear John. La cinta tiene esa pátina de optimismo e inocencia del país victorioso, paladín de la justicia mundial, que aún no ha profundizado en la guerra fría ni ha tomado conciencia del horror del armamento nuclear: están a punto de llegar los felices años cincuenta y el dulce sueño americano previo a la guerra de Vietnam.
La aproximación más realista que he encontrado de ese trozo de historia, consiste en aproximarse a la obra "Hermanos de Sangre" de Stephen E. Ambrose, tanto la novela como la excelente serie de televisión, donde se cuenta la vida en el frente de una compañía paracaidista, la compañía E, desde su reclutamiento hasta el fin de la guerra, resuelta verazmente mediante la compilación de testimonios de los supervivientes. El día D, la operación Market Garden, Bastogne, El asalto al Nido del Águila.
Y otra opción muy recomendable para acercarse a la vida del soldado aliado es, sin complejos, echar una partida a los excelentes juegos de ordenador "Medal of Honour" o "Call of Duty". Agacharás la cabeza.

domingo, diciembre 17, 2006

"El sueño de Arizona", de Emir Kusturica

Mientras que Yugoslavia ardía en el conflicto bélico europeo más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial, el director bosnio Emir Kusturica se iba a hacer las américas. Allí rodaría está película rodeado de un elenco de grandes estrellas: Johnny Deep, Jerry Lewis, Faye Dunaway, Lily Taylor, Vincent Gallo. Todos ellos cogen muy bien el tono kusturicense, surrealista y onírico, llevado al extremo en está película quizás la más fantasiosa de toda su obra. Hay guiños a clásicos, probables homenajes al mejor cine: "Toro Salvaje", "El Padrino", "Con la muerte en los talones", la propia "Bonnie & Clyde". Salen animales, bodas, músicos (banda sonora de Goran Bregovic, pero mariachis en vez de fanfarrias de trompetistas). Símbolos que se repiten una y otra vez.
Supongo que cuando un autor tiene un sello tan personal, tan prestigioso y tan premiado, los actores están locos por trabajar con el. ¿Qué pasaría si Almodovar, niño mimado de la crítica neoyorquina, se decidiera a saltar el charco? ¿Tendría problemas de casting o habría bofetadas por aparecer en los créditos? ¿Qué actores serian adecuados para una versión americana de "Hable con ella"? Seguro que Johnny Deep estaría en la lista. Y en cualquier lista.

domingo, diciembre 10, 2006

"King Kong", de Peter Jackson

Después de la monumental, épica y extraordinaria versión de la trilogía de Tolkien, merecedora de cualquier elogio imaginable, el director Peter Jackson abordó el proyecto de realizar un remake personal del clásico "King Kong" de 1933: "El Señor de los Anillos" había recaudado suficiente pasta como para permitirle hacer cualquier cosa que se le pasara por la mente. Ya había otra versión de 1976, con Jeff Bridges y Jessica Lange, pareja que tenía un punto más salvaje o indómito que la formada por Adrian Brody y Naomi Watts en esta versión de 2005.
La película tiene un arranque potente, con una eficaz recreación del Nueva York de los años treinta. También impresiona la llegada a la isla de la Calavera, con una tribu indígena que me ha recordado a los Uruk-Hai de Saruman, llenos de salvajismo primitivo. Pero en cuanto aparece el gran gorila, la película se convierte en un largo bostezo de dos horas. Las escenas de lucha con dinosaurios quizá hayan funcionado en la pantalla de cine, pero en 19 pulgadas resultan demasiado aparatosas e increíbles, sobre todo cuando aparecen los actores correteando entre bestias de varias toneladas (Naomi Watts sobrevive a caídas tremendas y meneos brutales sin el menor rasguño). Kong acaba convertido en un dibujo animado infantiloide, con miraditas, mohines y posturas que pretenden dotarle de intensas emociones y la presunta relación sentimental entre la bella y la bestia es de auténtica carcajada: no conmovería ni a un niño de tres años.
¿No iban a hacer una versión de "El Hobbit"?

sábado, noviembre 25, 2006

"Fahrenheit 451", de François Truffaut

Hombres libro. En tiempos pretéritos a la invención de la escritura (y sobre todo a la de la imprenta: las tablillas de escritura cuneiforme eran de lectura farragosa), la única vía posible de transmisión del conocimiento era sentarse a escuchar atentamente las palabras de los mayores. Sus historias, sus experiencias y, a su vez, las que sus padres les habían contado a ellos. En la tercera parte de "Mad Max", los niños perdidos aprendían el cuento de sus orígenes, su génesis particular, y estaban obligados a memorizarlo y enseñarselo a su descendencia. Una generación que no aprende y que no enseña, es una generación perdida, una catástrofe. Una generación sin memoria, esta condenada a repetir los errores de la generación anterior. A veces la cadena se rompe para siempre: libros perdidos que se vuelven legendarios, que quizás no existieron nunca, libros destruidos, quemados (sí, como en "El nombre de la Rosa": el venerable Jorge de Burgos, alter ego de Borges, envenenando libros que hacían reír).
"Fahrenheit 451" esta basada en la celebérrima novela de Ray Bradbury, claro. La película ya tiene cuarenta años y, excepto por unos efectos especiales bastante ingenuos, no ha perdido ni un ápice de interés: es un tema actual, la mediatización del individuo sometido a un incesante chaparrón de imágenes, de mensajes fútiles destinados a aletargar sus sentidos o, todo lo contrario, inducirle a actuar compulsivamente, sin pensarlo demasiado. Pan y toros.
La búsqueda pura y simple del conocimiento esta minusvalorada si no hay un beneficio económico de por medio. Hasta la universidad, último bastión de la sabiduría perezosa, se transforma en una factoría de trabajadores hipercualificados. El obrero del siglo XXI sabrá hablar varios idiomas, pero no conocerá de dónde proceden, qué pueblos los inventaron, qué grandes escritores los utilizaron. ¿Para qué perder el tiempo?
Miro a mi alrededor y veo estanterías llenas de libros, muchos los he leído. Otros muchos, seguramente, jamás los leeré, pero cuando pase la vista por sus lomos me seguirán provocando con el enigma de su contenido.
Puede que esta noche los bomberos pirómanos vengan a visitarme. Por pedante y por listillo.

domingo, noviembre 19, 2006

"Infiltrados", de Martin Scorsese

Este director, normalmente, consigue buenas películas cuando el tema se aleja del mundo del lumpen. "La edad de la inocencia", "La última tentación de Cristo", "New York, New York", el documental del blues, supongo que el de Dylan, que aún no he visto. Pero cuando todo gira alrededor del mundo del crimen y los bajos fondos, nunca falla. Es una mirada especial, única.
Y en esta había que solventar grandes dificultades: convertir a los eternos adolescentes Di Caprio y Damon en personajes convincentes, sobre todo al primero, metido en la piel de un matón asesino. No del todo, pero se solventa bastante bien. Falla sobre todo en las escenas que comparte con Jack Nicholson, donde se le ve bastante despistado a la hora de seguir los aspavientos improvisados del gran Jack, sin duda el mejor de la película, a ratos transfigurado en el mismísimo demonio. La sensación que queda siempre es la de que los actores se entregan al máximo cuando trabajan con este director: la mejor Sharon Stone, el mejor Joe Pesci, el mejor Ray Liotta. De Niro, claro.
Con Di Caprio lleva tres películas seguidas otorgándole el papel protagonista, así que algo tendrá. No creo que sea mal actor, pero su físico le perjudica. Ni parecía Howard Hughes en "El aviador", ni daría el pego en el bar de topless Bada-Bing que sale en los Soprano. ¡Que intentase sacarle la pasta a Christopher Moltisanti!.
La historia que se cuenta es una intriga policial. Matt Damon es un infiltrado de una organización mafiosa en la policía y Leonardo Di Caprio es... viceversa. Buen punto de partida que bien aprovechado produce una buena película policíaca (de hecho ha producido dos, ya que "Infiltrados" es un remake de una película hongkonesa llamada "Infernal affairs", que recomiendan mucho en Internet). La tensión se mantiene durante toda la cinta, hasta el final, que es de los que te dejan boquiabierto.

domingo, noviembre 12, 2006

"Lone Star", de John Sayles

Al estado norteamericano de Texas se le denomina el estado de la estrella solitaria porque en su bandera luce una: es como una minibandera de Estados Unidos. Allí es donde transcurre la acción, en una tierra fronteriza entre dos mundos, en un cruce de caminos donde convergen personas de distintas razas, de distintas procedencias, produciendo un mestizaje enriquecedor en una tierra yerma. El río señala la línea de puntos por la que las naciones siempre quieren cortar los mapas (los ríos, trastorno bipolar, siempre han sido también un aglutinante, zonas de asentamiento, cuna de civilizaciones: el Eufrates, el Nilo, el Tiber). Aquí también se cruzan historias, como en "Crash" o en "Gran cañón". La trama central la ocupa un sheriff (también es una estrella de cinco puntas la que llevan en el pecho los agentes de la ley) que investiga un asesinato ocurrido hace largos años y que creé que cometió su padre. Por un ramal se bifurca el reencuentro con el amor de juventud, tantos años después, y que desembocará en el inesperado final de la película. Y, en un afluente extraño, la reconciliación de un coronel del ejercito con sus raíces, pero también con sus hojas: trata a tus hijos como te gustaría que te hubiera tratado tu padre.
Todas ellas tienen en común la búsqueda del pasado, terminar los caminos que quedaron a medio recorrer, recuperar las ocasiones perdidas que han marcado sus existencias: las segundas oportunidades. Se desenvuelven en un ambiente de western tranquilo, crepuscular (el salvaje oeste a las puertas del nuevo milenio), donde incluso los fantasmas del pasado se aparecen en un plano secuencia que da continuidad a la escena, certeza de que siguen presentes, que no descansan.
Este género de vidas cruzadas suele producir películas muy interesantes, como esta misma.

sábado, noviembre 04, 2006

"El mensajero del miedo (the manchurian candidate)", de Jonathan Demme

Una multinacional llamada Manchurian Globe (el accionista mayoritario debe ser chino) ejerce técnicas de control mental sobre un congresista americano susceptible de ser candidato a ocupar el despacho oval de la Casa Blanca. De este modo, conseguirán que el presidente de Estados Unidos sea un pelele a su servicio, prestando obediencia ciega a sus ordenes, comportándose como un fiel esclavo de sus intereses: demasiado jaleo para un objetivo que han conseguido hace ya muchos años y sin usar tecnología punta, implantes de chips en el cerebro, hipnosis u otras zarandajas. El gran titiritero que mueve los hilos.
La película resulta ser un remake de "The Manchurian Candidate", dirigida en 1962 por John Frankenheimer. Esa no la he visto pero figura en "1001 películas que hay que ver antes de morir" con una crítica muy favorable. Me la apunto e incluyo aquí una imagen que he encontrado y que me parece impresionante.
La que he visto esta noche me recuerda a otras películas de conspiraciones como "Enemigo público" de Tony Scott, "Pánico nuclear" de Phil Alden Robinson o la misma "Poder absoluto" de Clint Eastwood (las cloacas del poder están colmadas de cadáveres y hieden a corrupción: al menos dan de comer a muchos guionistas). Sobresalientes las actuaciones de Denzel Washington y Meryl Streep, claro. Pero la película no me ha gustado. Me parece una trama excesivamente fantástica que en algunos puntos se desploma por si sola (cuando Denzel Washington le muerde a Liev Schreiber, por ejemplo, o la cajera de supermercado reconvertida a agente del FBI, ufff!!) y que no logra mantener la tensión, algo que no se esperaba del director de "El silencio de los corderos". Sucede en las escenas cumbre del film, posiblemente por ser poco creíbles. Este candidato manchurio ni vence ni convence. Habrá que echarle un vistazo a su antepasado en blanco y negro.

domingo, octubre 29, 2006

"Los Soprano"

En "Diario de un skin" dice Antonio Salas (en realidad es un seudónimo: en su libro da muchos nombres de personas sin demasiado sentido del humor) que los skinheads también son hijos de mujer: nacieron de una madre, tienen familia, hijos, vecinos, amigos. Tienen, sueños y sentimientos. Dentro de la carcasa de bestias salvajes y violentas, habitan seres humanos a los que el autor debía comprender sin caer en tópicos: si los menospreciaba podía perder la vida. Cuesta aceptarlo pero hay vida inteligente dentro. También a Bruno Ganz le criticaron por hacer un Hitler demasiado humano en "El hundimiento". Sí, ese también tuvo madre, claro.
"Los Soprano" muestra las dos caras del mafioso, su vida pública y su vida privada. La pública la hemos visto en multitud de películas, algunas de las mejores de la historia del cine, pero esta serie consigue sacarle todo el jugo a la parte privada del ganster. Hijos adolescentes, madres dominantes, mujeres inseguras. ¡Qué difícil es conciliar la vida laboral y la familiar! El asesino va al psiquiatra, toma prozac, hace dieta, tiene aventuras: llora abrazado a su almohada. Habla con sus amigos de trivialidades, de implantes capilares, de recetas de cocina, pero de repente sacan las pistolas y se cargan a un tipo. ¿Qué quieres que le haga?, soy un escorpión.
Los actores son magníficos, convincentes, todos ellos. Desde James Gandolfini hasta Steven Van Zandt, el que fue guitarrista de la E-Street Band de Springsteen.
Grandes guiones para una de las más grandes series.

sábado, octubre 14, 2006

"El jardinero fiel", de Fernando Meirelles

Denuncia de la falta de escrúpulos de las farmaceuticas: todo vale con tal de conseguir aumentar el porcentaje de beneficios: pasa en todas las grandes empresas: se toman decisiones estratégicas desde salas de reuniones asépticas, con aire acondicionado y café con pastitas, lejos del mundo, de la gente. Gráficos en una pantalla. Cifras en un informe. Generar más dinero para que un puñado de jubilados multimillonarios que toman el sol en Florida, tengan más aún. Todo vale. Tengo que comprarme otra mansión, que esta se me ha quedado pequeña. Reventar de codicia.
Hasta los ratones de laboratorio, tan blanquitos, tienen más derechos. Negro, africano y seropositivo. Eso se llama tener puntería. Y si encima eres una mujer, el premio gordo. Carne fresca para la máquina. Nadie va a hacer preguntas, simplemente no existes, no cuentas, no eres nadie y me vas a ahorrar mucho dinero. Maldito primer mundo, tan escrupuloso, tan mojigato, que no me deja hacer mis experimentos a gusto. Tomaté esta pastillita, que te vas a encontrar mejor. Si curamos todas las enfermedades ¿de qué vamos a vivir? Hazte médico, que a esos nunca les va a faltar el trabajo, decían nuestros mayores: no les faltaba razón.
La gripe del pollo, las vacas locas. ¿Quién le pone esos nombres tan graciosos? ¿Faemino y Cansado? Grandes titulares. Riesgo de pandemia, amenaza para la humanidad: el mundo esta indefenso, el estado del bienestar se tambalea. Paranoia moderna. Nos mata la carretera, el exceso, el estres, la necedad. A ellos el sida, la malaria, el colera, enfermedades mortales, pero sobre todo la guerra y el hambre, la necesidad desnuda. A millones. Nestle regalaba muestras de leche en polvo para que las madres con sida del tercer mundo alimentarán a sus bebes. Se secaron sus pechos y después los niños murieron de cólera por el agua que se utilizaba para hacer los biberones. Semillas transgénicas, estériles, muy rentables. Otro cliente satisfecho.
Africa maldita. Puede que dentro de unos años mis hijos vean esta película o "La pesadilla de Darwin" y piensen que son cuentos chinos, que Africa nunca ha sido así, que no es un lugar donde se viva peor que en cualquier otro, que no hay hambre o miseria. Bueno, puede que mis hijos no lleguen a verlo. Puede que tampoco mis nietos.
En la película sale el lago Turkana. Cuna de la humanidad. Hace poco leí un libro sobre los descubrimientos arqueológicos que se han producido en las orillas de este lago: "Nuestros orígenes. En busca de lo que nos hace humanos", de Richard Leakey: que ironía de título.

domingo, octubre 08, 2006

"Flores rotas", de Jim Jarmusch

Un hombre recibe una carta anónima. La carta dice que tiene un hijo de diecinueve años. El es un galán solterón entrado en años que percibe la decadencia de su poder seductor. Tal fue el frenesí de sus años jóvenes, que duda entre cinco distintas posibles madres de su hipotético hijo. Asi que, con la intervención decisiva de un vecino voluntarioso que le anima a iniciar la búsqueda, emprende un viaje para visitar a sus antiguas amantes y esclarecer la sorpresiva noticia. Y la película es el viaje. Etapas sucesivas donde se reencuentra con cada uno de sus antiguos amores y se producen distintas situaciones que dan el juego suficiente para que la película avance con soltura.
Bill Murray hace el mismo papel de cincuentón de vuelta de todo que tenía en "Lost in traslation". No me gusta su interpretación, bastante neutra: será porque lo asoció a la sobreactuación de la mayoría de sus comedias y no me lo creo cuando se pone un poco más serio. De hecho lo único que hace es adoptar una postura hierática e inexpresiva y dejarse llevar por los acontecimientos. O quizá sea el tono lánguido, tranquilo, de las películas de Jarmusch. Esa música cálida. Fantástica.

domingo, octubre 01, 2006

"Hannibal", de Ridley Scott

Lecter. ¿Por qué un personaje entrado en años, regordete y calvo, alberga dentro al asesino más peligroso de todos los tiempos? ¿Por su mirada profunda? ¿Por su inteligencia extraordinaria?. Las víctimas de Aníbal suelen ser escogidas entre los pedantes tontos, los ignorantes desvergonzados que ofenden su nivel superlativo de refinamiento y sabiduría. De este modo, se convierte en una especie de ángel exterminador de la estupidez. Ángel caído que señala a cualquiera de nosotros. Lecter da miedo porque es el más listo de todos. O porque los ojos de Anthony Hopkins producen una mirada heladora. Clarissss. Aníbal el caníbal ya es un icono mítico (en "Clerk II" hay una baile de homenaje al del criminal Buffalo Bill que no tiene desperdicio).
El ciclo de novelas de Thomas Harris alrededor de Aníbal Lecter se inicia con "El dragón rojo", continúa con "El silencio de los inocentes" y culmina con "Hannibal". Al parecer esta preparando una cuarta novela centrada en la juventud del celebérrimo doctor llamada "Tras la máscara" (no encontraré quien apueste a que los derechos para el cine no están ya vendidos). Todas ellas han tenido su correspondiente réplica cinematográfica. Sin duda la segunda novela, que produjo la primera película, "El silencio de los corderos" dirigida por Jonathan Demme, es la más conocida. Arrasó en los Oscar del año 1991 y dio lugar a una revisión del genero negro, empezando a surgir múltiples películas protagonizadas por serial killers que traían de cabeza a policías de personalidad oscura y atormentada.
"Hannibal" es bastante fiel a la novela y esta muy bien hecha por el maestro Scott, que no ahorra al recrear las imágenes más escabrosas de la trama. Contiene en su parte final la que, probablemente, sea la escena más repulsiva del cine de gran público. Pero es que la receta de cocina es así.

sábado, septiembre 30, 2006

"Clerks II", de Kevin Smith

Kevin Smith strikes back y gana. A mi me ha ganado.
Después de haber abandonado cualquier esperanza con sus películas, me puse a ver esta con todas las precauciones, dispuesto a ver una sucesión de gags excesivos, escatológicos, sin orden ni concierto. Y afortunadamente me equivoqué. Porque los chistes son del mismo tipo, pero mejores, y, sobre todo, hay un orden detrás, un hilo conductor de la historia que le da coherencia. Sobre todo mejora mucho al repetir la pareja protagonista de la primera (Dante y Randal). Los cameos no le hacen ningún favor (Ben Affleck debe ser familia suya) y la parte romántica sigue siendo un poco blandengue. Quede dicho.
Me puedo imaginar que el director daba vueltas en la cama, cada noche, recordando the good old times, cuando hizo "Clerks" y arrasó, y todo era más sencillo. Pobre, desconocido y feliz: esta es la moraleja de esta película.
La treintena suele ser edad de cambios, de tomar decisiones. La edad del pa cuándo. ¿Y vosotros pa cuándo os casáis? ¿Pa cuándo los niños? ¿Y pa cuándo vas a buscarte otro trabajo?
Toda la vida luchando para hacerte un hueco en todas partes: colegio-instituto-universidad-abismo-nada. Consigues que una panda de mindundis como tu, media docena a lo sumo, crean que contigo se lo pasan bien, que merece la pena que compartan su vida contigo, que se ríen de tus gracias estúpidas y tu de las suyas, para que la distancia (cruel) se los lleve. Ay. ¿Qué produce el cambio? ¿La codicia? ¿La innata insatisfacción de la naturaleza humana? Cada generación esta condenada a repetir los errores de la anterior.
Esta película se hace este tipo de preguntas, rodeándolas de mucho cachondeo. Imposible no conectar con ella. Y me he reído, muy raro cuando veo una película americana. Serán mis gracias estúpidas. Las de ellos, claro.

domingo, septiembre 24, 2006

"Brokeback Mountain", de Ang Lee

Trás "Hulk" (no era tan mala) el director taiwanes se adentra en el genero del Western, probablemente con la idea de renovarlo, objetivo que logró con "Tigre y Dragón" y el cine de artes marciales. Aquí también se logra y con holgura: las pelis de vaqueros ya no volverán a ser lo mismo.
Supongo que fue la película de la que más se habló en el año 2005. Sin haberla visto, todos sabíamos más o menos de que iba: los nombres de los protagonistas (Ennis del Mar, vaya nombre para un cowboy), las escenas más escabrosas, algunos hitos de la trama (la del padre de Jack) o incluso el final. Ríos de tinta. Llega el momento de verla y te sucede como en las películas de las que te has leído el libro: o sabes lo que va a pasar a la vuelta de cada esquina o la película no se parece demasiado al original en papel y entonces te sorprende un poco, que es lo que me ha sucedido a mí. En ambos casos suele haber cierta decepción.
Cuando leía las críticas de la película, en la época de su estreno, me imaginaba que aquello iba a tener más tema que en "La mala educación" de Pedro Almodovar (si le dan el guión a éste, la que hubiera preparado). En resumen, una noche tonta de dos pastores borrachos como cubas y muertos de frío en una tienda de campaña perdida en el monte , da lugar a una relación intermitente de veinte años de duración, bastante desangelada, falta de pasión o de dramatismo. Sobre todo se dedica metraje a mostrarnos su vida fuera de dicha relación, existencia apenas perturbada por la supuesta vida depravada de sus protagonistas: se casan, tienen hijos, se divorcian. En fin, no da lugar a mucho escandalo. Probablemente se quiere mostrar lo difícil que puede ser salir del armario en Wyoming, donde a la menor te llenan el cuerpo de brea y plumas. Eso, creo, aquí ya no pasa, ni en el barrio de Chueca ni en ninguna parte: se ha vuelto de lo más normal e incluso regulado por ley. A lo mejor somos demasiado progresistas y no lo sabiamos. Señales positivas.
Al parecer "Brokeback Mountain" no fue elegida mejor película porque los miembros de la academia no se atrevían a dar su voto a tanta sodomía. Quizás es que "Crash" era algo mejor y ya está.

viernes, septiembre 15, 2006

Novela. "Brooklyn Follies", de Paul Auster


Hace pocos años, al iniciarse las vacaciones de verano, leí una entrevista que le hacían al entonces presidente Sr. Aznar, que como al comienzo de cada ciclo estival, se disponía a pasar unos merecidos días de descanso. El periodista le preguntó si tenía entre su equipaje preparada alguna lectura de verano. 'Voy a leer "El libro de las ilusiones", de Paul Auster', respondió el ilustre mandatario. Me dio un ahogo repentino. Auster en una mesita de noche, entre Pio Moa, Cesar Vidal y los cuentos prologados por Ana Botella. Auster bajo el brazo de los apóstoles de la democracia iraquí, de los profetas del capitalismo sin fronteras, del gurú del atlantismo. Gensanta. Pensé en dicha novela, que ya había leído, y no vi ninguna clave oculta para invertir en bolsa, o señales que condujeran al éxito al estilo de "¿Quién se ha llevado mi queso?". Ni tan siquiera un poco de revisionismo histórico que pudiera sugerir que en el fondo Franco era un pedazo de pan que descendió o ascendió, según se mire, para salvarnos. ¿Por qué Aznar y yo leíamos a Auster?
Para colmo, este año van y le dan el premio "Príncipe de Asturias". ¿También será monárquico? ¿O simplemente será un escritor de masas? No sería sorprendente, dada la calidad que emerge de sus textos, pero lo veo un poco lejos del Best Seller. Cuando un escritor que has atesorado durante años se vuelve demasiado popular, piensas que corre el riesgo de que le pase lo que a Benedetti, transformado en poeta oficial de la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones: últimamente no hay ceremonia cutre familiar que no incluya un 'Si te quiero es porque sos..." o algún otro ripio del repertorio: pobre Mario, volver del exilio para esto).
Asi que, desde este punto de vista, a mi entender "Brooklyn Follies" resulta ser una declaración política. Mediada la novela (unas cuantas casualidades, personajes que atraviesan crisis de identidad: se explica mucho mejor en arte y literatura) se desarrolla una conversación entre Tom y Honey de tono bastante crítico con el gobierno republicano del Sr. Bush. Sin embargo, será la crítica rotunda de las sectas de cristianos renacidos que triunfan en Estados Unidos, lo que para mí constituye el centro de la novela. La descripción de la escena del reverendo Bob y su hueso sagrado o del secuestro de Rory por el acólito David Minor, es rotunda y visceral y deja al descubierto el odio que el autor parece tener por el integrismo religioso que rige la vida de gran número de norteamericanos. La basura del creacionismo, que se enseña en las escuelas de Kansas bajo la etiqueta de diseño inteligente, impulsada por la derecha religiosa más recalcitrante y oscurantista (ha surgido una reacción en Internet: el culto al Flying Spaghetti Monster: es muy fácil rebatir lo que no tiene ningún fundamento), supone un intento claro de sumir al pueblo en la ignorancia. Nos toman por tontos: seguro que lo somos si lo consentimos.
En fin, que si alguien tenía alguna duda (yo no la tenía, era una forma de introducir el tema), Auster lo ha dejado bien claro.
Hace muchos años, en una feria del libro, vi uno de pastas amarillas que se llamaba "La trilogía de Nueva York". Juro que lo compré por el título. Nunca me arrepentí.

sábado, agosto 26, 2006

"Caché", de Michael Haneke

No me jodas que ya se ha acabado.
Ese es el exabrupto que mis allegados han oído emerger de mis labios al aparecer en la pantalla los títulos de crédito. A la sugerencia de que si tenia pensado escribir algo de esta película, empezara con tan singular epitafio (ahora que lo pienso, no iba a quedar nada mal en la lápida de un cementerio), correspondo con gusto, ya que no se me ocurre nada más certero y acertado para ilustrar la sensación que me ha quedado dentro.
En fin, una interesante película francesa de intriga, con Daniel Auteuil y Juliette Binoche en los papeles principales, que francamente me estaba gustando, así que tendré que rebuscar en algún blog amigo para que me desvele el sentido sin duda escondido (caché).

lunes, agosto 14, 2006

Novela. "El guitarrista", de Luis Landero



Alguien me dijo hace ya algún tiempo que esta novela me iba a gustar. Y me ha gustado, el principio sobre todo, el final algo menos. El protagonista, Emilio, es un joven que trabaja de aprendiz en un taller mecánico y que por las noches acude a una academia, y que ha aprendido a dormir con el ojo izquierdo mientras atiende con el derecho. La novela empieza diciendo que antes de que sospechara que algún día llegaría a ser escritor, había sido guitarrista. Y es esa metamorfosis de aprendiz de mecánico a guitarrista la que narra el libro.
Yo creo que es una historia de personajes, no, de personas, de "gentes de paso", como él les llama. Una madre costurera por su cuenta, que admite huéspedes en la casa. Este personaje se me queda corto, como en el caso de Tránsito Ariza en "El amor en los tiempos del cólera" de García Márquez, el mejor personaje de la novela. De ella dice en la frase que más me ha gustado del libro: "Hablaba y actuaba con la dulzura y el aplomo de quien ha llegado a la madurez sin guardarle rencor a la juventud y a sus promesas incumplidas". Yo, de mayor, también quiero ser así. Raimundo, ese primo que salió un día del pueblo para ser chapista y que en París triunfa como guitarrista en un tablado flamenco. Don Osorio, el jefe del taller, y Adriana, su mujer. El señor Rodó, el profesor de filosofía de la academia, el señor Burriac, el señor Rives, un empresario con los zapatos gastados de tanto uso... Sí, es una novela de personas, cada una con su historia, cuya existencia se cruza con la de Emilio en algún momento, para continuar después por caminos divergentes. Lo peor de la novela, la historia de amor, que no me resultó creíble. Aunque, quizá sea que, como Ëmil, la leía con el ojo izquierdo.

viernes, agosto 11, 2006

"La boda del monzón", de Mira Nair


Cualquier zona del mundo que tenga tradiciones ancestrales y que en la actualidad se vea sumida en la aculturación de la civilización occidental, es lo que ahora se denomina tierra de contrastes. Creo que la película intenta hablar de esto, mostrando los abruptos abismos generacionales que se producen entre padres casados en matrimonios concertados e hijos que viven en la sociedad del chip, pero que también se ven obligados a aceptar las costumbres de sus mayores: se enseña que un noviazgo voluntario no asegura el éxito, fórmula que nadie posee. Así, la organización de una boda sirve de excusa para mostrar, no el choque sino la aceptación, pues entre los indios hay grandes comerciantes y hábiles negociadores (estuve en Andorra en una tienda llamada "Tagore", con dependientes hindúes llamados Jordi o Xavi: las hay por todo el mundo: el badulake). Sin embargo todo tiene su límite y al final lo más importante son el honor y la decencia. Palabras extrañas.
Mucha música raga y vistazos a la ciudad de Nueva Delhi le dan un toque poético. Por otro lado, aspecto Bollywood que le da un toque de culebrón venezolano.
Me gusto más "Quiero ser como Beckham".

lunes, julio 31, 2006

"El Método", de Marcelo Piñeyro


Una de las situaciones más incómodas a las que nos podemos enfrentar es esa sensación de estar rodeado de personas que saben algo que tú desconoces. Desconocimiento, desconfianza, sin saber muy bien si son sinónimos o si lo primero nos conduce a lo segundo. Todos somos muy buenos y muy solidarios pero si es nuestro trabajo el que está en juego, entonces es un todos contra todos y sólo puede quedar uno. Muy bien las marchas protesta pero las vemos desde la ventana mientras esperamos que sean los demás los que vayan cayendo, mientras seguimos dentro no importa a qué precio.
Un método de selección de personal, el Método Gronholm. Siete personas que optan a un puesto de directivo. En la primera notificación que reciben se les informa de que uno de ellos es un topo. Te desestabilizas, ya no estás entre iguales. Miras de reojo al que tienes al lado. Es difícil jugar a ganar si a cada paso cambian las reglas del juego. El que busca una alianza será el siguiente en salir. No signal...
El argumento me ha parecido bueno, aunque en algunos casos las situaciones son poco creíbles. Porque vamos, quién no se acuesta con otro de los candidatos en un proceso de selección, así, de pie en el baño, tras haberse barajado la hipótesis de que pudieran haber cámaras, o quién pensaría en dejarlo todo tras dejarse convencer por el tan poco convincente Eduardo Noriega.
Alguien me comentó que era una película de actores. Tiene interpretaciones muy buenas, como las de Adriana Ozores, el aspirante más débil a priori, por imposición, porque así lo delata la sonrisa cargada de suficiencia de Eduardo Noriega. Ernesto Alterio, ante la encrucijada, con un dilema moral. Y Eduard Fernández, al que odias a partir de la segunda vez que abre la boca.

domingo, julio 30, 2006

"Hana-Bi", de Takeshi Kitano


Las flores de fuego es una forma poética de llamar a los fuegos artificiales. La belleza que surge de la violencia. Otra historia de violencia.
Hace tiempo vi un documental sobre la vida y obra de Kitano, retrato de un artista polifacético: actor, director, cómico, periodista deportivo, novelista, pintor (son suyos los cuadros que aparecen en la película, de estilo puntillista y un cierto espíritu naíf). Tan poliédrico como sus películas, pero con una estética personal y un sentido del humor marca de la casa.
En esta encarna el papel de un policía violento, hierático, parco en palabras y sobrado de genio (podría ser un terminator), azote de yakuzas. El elemento tierno lo pone la relación con su esposa, gravemente enferma, a la que el policía le dedica todas sus atenciones. Para colmo han sufrido la muerte de su única hija. Un padre nunca debería sobrevivir a sus hijos. Así que la película trata este auténtico drama, típico de un serial radiofónico, salpicándolo con momentos cómicos repletos de candor e inocencia y, sobre todo, salpicándolo literalmente con la sangre derramada por los puños de Kitano. De este modo se hace viajar al espectador por una montaña rusa de emociones: de tranquilas montañas nevadas a tumultuosos ríos sangrientos. Toda la película se basa en esa contraposición. Flores de fuego.
Por cierto, ayer leí una lista con los mejores finales de películas. Esta también tiene un gran final.

martes, julio 25, 2006

"Una historia de violencia", de David Cronenberg

Hoy he empezado un libro llamado "Jim Jarmusch y el sueño de los justos", escrito por Breixo Viejo. Apenas llevaré treinta páginas pero el libro promete: el título ya es una invitación a la lectura. Se inicia con una mirada retrospectiva al cine americano de las últimas décadas, en un capítulo titulado "El insomnio americano". El cine de los años setenta como ruptura con el American Dream de los cincuenta. La perdida de la inocencia para un país que nunca fue, es, será, inocente: como la mayoria.
Así que supongo que la influencia de esa lectura me ha hecho ver esta película como una intensa metáfora de ese despertar. Los pecados del pasado que regresan para atormentar a Tom Stall y destrozar su modo de vida, su perfecta y bucólica existencia (familia, honradez, amor conyugal: el director exagera la caricatura al principio de la cinta para que más adelante la ruptura sea más... violenta). Los cadáveres enterrados en el jardín se levantan para rozar la frente del héroe que duerme. O que duerme con un ojo abierto y otro cerrado. ¡Ay! La conciencia, que remuerde.
Algunas películas de acción de los últimos años han tratado el tema del asesino amnésico o del héroe de pasado tenebroso ("Memoria letal" o "Kill Bill" entre otras), jugando con el espectador, al que le cuesta discernir entre el bueno y el malo. Caín mata a Caín. La empatía que se siente por el homicida que te cuenta su viaje de turismo por Amsterdam y sus anécdotas pueriles en un Mac Donalds antes de desenfundar el arma y realizar su macabro trabajo, es un sentimiento que Tarantino, por ejemplo, ha explotado en casi todas sus películas. El malo resulta atractivo porque es capaz de romper con los convencionalismos que atan al hombre y así dejar salir su esencia salvaje y predadora. Zidane se libera al arremeter contra Materazzi, tras años de insultos y patadas. Y Cronenberg no escatima violencia en las imágenes para que no haya dudas de que el transito al lado oscuro es doloroso y despiadado. La sangre mancha.

viernes, julio 07, 2006

Novela. "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad


Mi historia con este libro (todos los libros que merecen la pena nos marcan de alguna forma) ha sido, cuanto menos, larga. Varios meses. He perdido la cuenta de las veces que lo empecé. En la primera página -diecinueve líneas- ya había tres palabras que no entendía. Mal comienzo. No puedo seguir una historia si me pierdo en sus palabras. Le di una nueva oportunidad, bueno, varias, para terminar leyendo el final casi de un tirón. Es un libro de esos en que pierdes la facultad de decidir en qué momento interrumpes la lectura.
Un contador de historias. Una voz que narra cómo remontó un río que se adentraba en la selva en busca de un hombre y que acerca esa selva y ese río en la noche. Y acerca también a ese hombre, al hombre y al loco conviviendo en un mismo cuerpo. Una voz que imagino serena, casi un susurro y, sobre todo, una voz amarga. Y desearías estar allí, para escuchar la historia con las inflexiones de esa voz, con sus silencios.
Pero el libro habla de algo más, el colonialismo bajo sospecha, el descenso a las más putrefactas bajezas humanas. Habla de lo correcto y de lo incorrecto. Y de lo que apesta.
Contra todo pronóstico, me ha gustado. En él se inspiró Coppola para su película "Apocalypse Now", que, por cierto, no he visto. Lo mismo busco un rato y la veo. No sé.

lunes, julio 03, 2006

"Buenas noches y buena suerte", de George Clooney


Con la frase que da título a la película, acababa el periodista Edward Murrow su programa semanal de noticias ("Así son las cosas y así se las hemos contado": que habrá sido de Buruaga: seguro que no pasa hambre). En la película se narra su enfrentamiento con el celebérrimo senador norteamericano Joseph McCarthy y su no menos famoso comité cazacomunistas. Eran los años cincuenta y la escena política internacional estaba dominada por la guerra fría. La propaganda que cada uno de los bandos ejercía contra el otro era brutal y alcanzaba todos los planos de la vida cotidiana (solo hay que ver "Goodbye Lenin" para hacerse una idea de lo que sucedía al otro lado del telón de acero). Y se desata la paranoia: ten cuidado tu vecino puede ser un espía, un terrorista, un rojo, un negro, un gitano: bueno, más o menos como en la actualidad. Y se crean comités y se abren investigaciones basadas en la idea de que quien no tiene nada que esconder, no tiene de que preocuparse. Y se termina cercenando las libertades que se pretendían proteger. Eso, como ahora.
Siendo este el tema principal de la película, uno de los aspectos más interesantes que se tratan es el de la financiación de los medios y la influencia de las empresas anunciantes en los contenidos de los programas que patrocinan (imagine que esta oyendo en la radio a un periodista diciendo que Evo Morales va a nacionalizar con toda justicia el petróleo boliviano y al momento escucha aquello de "Repsol: bienvenido al infinito": parecería que están diciendo que a Evo no va a haber quien lo gane) . De este modo se construye un ejemplo de ética periodística al mostrar como los redactores de CBS fueron capaces de enfrentarse a las presiones del citado senador y de sus propios jefes con tal de contar la verdad. La independencia de la prensa, de sus propietarios, sus directores y sus editores, siempre en entredicho. Cada día más.
La película se hace corta (es corta) y el director inexperto (según www.imdb.com, es el segundo largometraje que dirige) se muestra audaz tanto en el tema elegido como en el uso del blanco y negro, rotundo, envuelto en humo, y su actuación y la de David Strathairn se cohesionan para demostrar al espectador que la unión hace la fuerza. O que más vale honra sin barcos...

miércoles, junio 28, 2006

"Chunking Express", de Wong Kar Wai


Sueños: dos canciones se repiten constantemente: "California dreaming" de The Mamas and The Papas y "Dreams" de The Cranberries. A fin de cuentas, todos ponemos una y otra vez nuestra canción favorita, a todo volumen. ¿Con que soñamos mientras trabajamos?
Obsesiones: las latas de piña, las fechas de caducidad, las ensaladas, la limpieza, los uniformes. Solo son manías. por ellas me conocerás, pero por ellas me amarás.
Miedos: la ruptura, la soledad, el abandono: el fracaso. Ten cuidado con lo que sueñas, no sea que se haga realidad.
Historia de amor urbano, de encuentros fortuitos premeditados en ciudades que no duermen, que no se detienen. Slow cities imposibles. Insomnio y películas antiguas en versión original. Fast food y café solo. Colores puros, cálidos, saturados, en las calles sudorosas repletas de seres noctámbulos. La mirada de la cámara se esconde, se asoma por una puerta, por una ventana, espía la escena, respira en la nuca del protagonista. Una mirada de una sensibilidad intensa, extraordinaria, para hacer posible una obra maestra.

sábado, junio 17, 2006

"Apollo XIII", de Ron Howard


A partir de los años 50 del siglo XX, se produce la mayor competición científica y tecnológica que haya conocido la historia: la carrera espacial. Se podría asimilar al mundial de fútbol que se está disputando en estos días. Sana competencia entre dos naciones. Contribución al avance de los pueblos. Los logros de la civilización. La paz mundial. Valores universales que se pueden convertir en pura propaganda, pues la realidad suele tener dos caras (hoy se pública en www.rebelion.org un excelente artículo titulado "El fútbol es Cosa Nostra", de Victor Ego Ducrot, donde se da una visión amplia de los intereses económicos que hay más allá de los noventa minutos del partido).
Al fin, la carrera espacial no fue más que una faceta más de la guerra fría. Había que superar a la Unión Soviética a cualquier preció. Kennedy lo prometió y lo cumplió pero no sobrevivió para verlo, devorado por su propia ambición: el poder absoluto (recomiendo leer "América", de James Ellroy).
La película cuenta lo que sucedió alrededor del famoso "Houston, tenemos un problema", que supuso uno de los grandes fracasos de la NASA: misión no cumplida. El Challenger hizo plof hace ya veinte años y el Columbia estalló al regresar a la Tierra en el 2003. Desde entonces no se levanta cabeza: demasiado dinero para tan poco beneficio económico y además, si solo compite uno, no hay carrera y la victoria pierde lustre. Sin embargo, la tripulación del Apollo XIII consiguió sobrevivir tras siete días de penurias, lo que sirve a la película para convertirlo (probablemente con razón) en el mayor éxito de la NASA. Hay que tener en cuenta que la nave era más parecida a un seiscientos que al Halcón Milenario y, además, la tecnología de hace treinta años comparada con la actual desluce mucho. Es la mejor parte de la película, la que transcurre en la sala de control de Houston, con sus técnicos nivel premio Nobel devanandose los sesos mientras se tupen a tabaco y café, pero pariendo brillantes soluciones. Para que digan que fumar es malo. Lo demás, el espíritu americano, la familia feliz, los rezos, la bandera, el camino recto (tremendo cuando Tom Hanks y Bill Paxton, padres amantísimos de múltiple descendencia, miran de reojo al promiscuo Kevin Bacon, convertido en el villano de la película), todo eso mejor no fijarse, como en tanta otra americanada.

martes, junio 13, 2006

Radio. "Memorias del celuloide"

Hoy hace su debut un programa de radio. El nombre indica sin ambigüedades el carácter del mismo: "Memorias del celuloide". Los medios de comunicación de masas cada vez ofrecen un espacio menor al mundo del cine. Miento: del estreno de "Misión Imposible 3" o del de "El código Da Vinci" se enterará hasta mi abuela que en paz descanse: hay que vender palomitas. Pero el séptimo arte se ve relegado a horarios noctámbulos. Café y ojos rojos.
Que aún haya enamorados del cine que tengan el arrojo de lanzarse a las ondas para hablarnos un rato de su pasión es, cuando menos, digno de elogio.
"Memorias del celuloide" se puede escuchar los martes de 20:30 a 21:30 en la emisora independiente Radio Oasis, 106.4 de la FM si vives en Salamanca o por Internet en http://www.radiooasis.es/reprod.htm
Entre Zidane y Ronaldinho, entre el partido de Francia y el de Brasil, ha nacido un programa de radio.

domingo, junio 11, 2006

"Requiem por un sueño", de Darren Arofnosky


Sobresaliente película. No tenía ni idea del argumento antes de empezar a verla. Ni siquiera sabía quién actuaba y el título tampoco me animaba especialmente (algun día hablaremos de títulos pésimos). Pero me la recomendó mi hermano y los consejos se han de tomar según de quien vengan. Gracias.
Historia de drogas, del mundo del drogadicto. Historia de autoengaños y soledades. No asociar con una pandilla de chavales tomando rulas en el aparcamiento de una discoteca. Se habla de las drogas de los hijos y de las de los padres. Cocaína, caballo, basuco, costo, periko. Pero también medicamentos, café, chocolate, televisión, sexo. Cualquier actividad humana puede ser adictiva. El veneno es la dosis.
La película no ahorra imágenes de singular dureza, sobre todo al final de la cinta, pero la cámara y la edición están extraordinariamente bien empleadas durante todo el metraje, para transmitir al espectador el estado anímico de los personajes o el ritmo de la escena, al igual que la banda sonora: parece una película europea o mejor, una 'rara avis' estadounidense.
La actriz Ellen Burstyn hace un papel magistral de madre de yonki que acaba convertida en adicta a las anfetaminas (buscando en imdb.com, me entero de que fué nominada al oscar a la mejor actriz principal en 2001, pero se lo llevó Halle Berry por "Monster's ball": vale) y el descenso al infierno interpretado por Jennifer Connelly tampoco es manco (aquel año ganó el oscar por "Una mente maravillosa": no vale).
Si tuviera un hijo adolescente le obligaría a ver esta película, como a Alex en la "Naranja mecánica", en vez de soltarle un sermón salpicado de topicazos. En este caso, pues no siempre es así, una imagen vale más que mil palabras.

sábado, mayo 20, 2006

"El reino de los cielos", de Ridley Scott


Los hechos históricos acontecidos durante la conquista de Jerusalén por el sultán Saladino, son el telón de fondo para esta película de espíritu caballeresco y cruzado, pues es eso en el fondo lo que se quiere contar: más vale honra sin barcos que barcos sin honra, el honor es patrimonio del alma, etc, etc. Libertad duradera. Eso es lo que falla en una película que sin embargo recrea fielmente lo que las crónicas cuentan de aquellos sucesos. El único personaje falso es el tal Valiant (el príncipe Valiente), todos los demás nobles son personajes históricos. Para entender realmente el qué y el por qué, se pueden leer los muy recomendables "El viaje prodigioso: 900 años de la primera cruzada", de Manu Leguineche o "Las cruzadas vistas por los árabes" de Amín Maalouf. Excelentes ambos, muy entretenidos, y muy próximos en el sentido de lo que cuentan. A fin de cuentas, las cruzadas las formaban legiones de desharrapados, que huían de la peste y el hambre que causaban estragos en la Europa medieval, y que tenían pocos escrúpulos a la hora de matar y saquear. "Dios lo quiere", les decía el Papa de Roma. Los templarios y otras ordenes militares-religiosas formaban la elite de este ejército. De los templarios mejor no hablar, bastante leyenda negra tienen encima. Aquí también son los malos.
Ridley Scott ha dirigido lo mejor de lo mejor: "Alien", "Blade Runner" (de rodillas todo el mundo). A mi parecer "El reino de los cielos" junto a "Black Hawk derribado" y "Gladiator", forma una trilogía bélica: hacer la guerra con mil años de diferencia. Y las tres estan muy bien resueltas. "Black Hawk derribado" es la más complicada pero es técnicamente perfecta. En las otras dos, para filmar el Coliseo o las murallas de Jerusalen se emplean series de bytes, y aparecen enormes ejércitos digitales que se lanzan fuego griego virtual, pero en "Black Hawk" se lucha casi cuerpo a cuerpo durante toda la película y el realismo conseguido es total. Los humbees circulando por las calles de Mogadiscio, siendo ametrallados por todos lados. Los rangers aislados con las balas silbando sobre sus cabezas. O recibiéndolas. ¡Uh ah!
Bueno, quizás es la que más me gusta por la paliza que les dieron en Somalia.

lunes, mayo 15, 2006

Historia. "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie", de Juan Eslava Galán


A mi sí me ha gustado. Mucho. Este libro, junto a "Historia de España contada para escépticos" del mismo autor, deberían ser de lectura obligatoria. Es una lectura ágil, amena, al alcance de cualquier lector, nada farragosa en fechas o descripciones de batallas, pero no carente de rigor o exactitud. Y, sobre todo, con mucho sentido del humor y fina ironía, aún tratándose de un asunto tan dramático. Creo que es marca de la casa, en un autor muy recomendable en cualquiera de sus ensayos históricos (de sus novelas, la mejor "En busca del unicornio". "Señorita" es lo que menos me gustó).
El título del libro se refiere a que en el se reparten palos y condenas a los actos de ambos contendientes: en todos los ejércitos hay criminales: de eso se trata. Sin embargo el balance final, como no puede ser de otro modo, exonera bastante al bando republicano, pues la historia se podrá revisar, reescribir u ocultar, y nada es blanco o negro, pero hay hechos irrefutables. Badajoz, Paracuellos. Yagüe, Lister. Los paseos, las checas. Las matanzas de curas. Se redime Unamuno, pero Millán Astray, pero Queipo de Llano. Pero Guernica. Pero 40 años de franquismo y represalias. Las tiranías y las dictaduras siempre apoyadas por las mayorías.
Simplemente, hay que leerlo. Da una visión de conjunto muy valiosa del ámbito en el que se produjo el conflicto. A ratos, emocionante. En algunos (Guadalajara, Teruel, batalla del Ebro) incluso me pareció que iba a cambiar el signo de la guerra, que iba a cambiar la historia. Pero, otra vez, hay hechos irrefutables.
Muchas anecdotas contadas por los protagonistas, reflejos de la idiosincrasia hispana más rancia y tópica: la tortilla de patatas sin patatas, el cuplé, el racionamiento. Acemileros y pacos. Coñac de garrafa y alpargatas. Pasajes costumbristas en puro sepia.
Ah, y al fin algo refutable: la foto de Capa, la muerte del miliciano, resulta que es falsa.

viernes, abril 28, 2006

MAX y los piratas

Licantropunk es un nombre prestado. Vale, robado. En un tiempo en que el acceso a la cultura es tan sencillo y a la vez tan perseguido, nunca sabes si pensar llegará a ser un delito. Seguro que silbar lo es. Un guardía te ve silbando la última de Sabina y te casca 30 euros. Por no pagar derechos de autor. Tengo cargo de conciencia por mi falta de imaginación al elegir el nombre.
Max ha sido uno de los dibujantes que más he admirado y de el, de sus comics, cogí el nombre Licantropunk (sus álbumes los pague religiosamente, que conste). También podía haber elegido Makoki, Buitre Buitaker, Maki Navaja, Rank Xerox. Todos con K.
Así que he puesto, ahí, a la derecha, un lobo, Max convertido en licántropo al fin. Para que si vienen los piratas, los de traje, teléfono móvil y maletín, se los coma.

domingo, abril 23, 2006

"Münich", de Steven Spielberg


Tomando como punto de partida los asesinatos de deportistas isralies llevados a cabo por el grupo terrorista Septiembre Negro, la película cuenta el desarrolo de la venganza que deben realizar cinco componentes del Moshad. Ojo por ojo. Así, Spielberg, se adentra en la vida del terrorista común, que se distingue de un homicida corriente en que comete barbaridades "por una noble causa". Heroe del pueblo. El director se esfuerza por mostrarnos las contradicciones de una vida llena de violencia: conciliar la vida laboral y familiar siempre es complicado. No se muestra a favor, aparentemente, de ninguna de las facciones lo que supongo le ha acarreado duras críticas de sus correligionarios. La violencia sólo engendra violencia y por cada enemigo caido surgen otros seis, en un proceso infinito. Al menos 60 años: desde que se creo el estado de Israel.
También se adentra en las alcantarillas del poder, las relaciones entre los servicios secretos de todo el mundo, el trasiego de información 'top secret' que se vende al mejor postor. Las chapuzas de algunos atentados, el cazador cazado, la paranoia del que no tiene la conciencia tranquila. En fin, me ha gustado mucho.
Y termina con un plano de Nueva York, el sky line de hace 30 años. De Septiembre Negro al 11 de Septiembre. No es nada casual.

lunes, abril 17, 2006

"Olvídate de mí", de Michel Gondry


Como en las máscaras del teatro, Jim Carrey alberga dos actores, el cómico y el dramático de "El show de Truman". Esta película está protagonizada por el segundo. Y también por Kate Winslet, en un papel de chica espontánea que huye del aburrimiento y que cambia su color de pelo según su estado de ánimo.
En los tiempos de la manipulación genética, esta película propone una manipulación de recuerdos. Olvido selectivo. Jim Carrey descubre que su pareja se ha sometido a un proceso mediante el cual ha hecho desaparecer todos los recuerdos en los que aparecía él. Y de repente se me ocurre una lista de preguntas: la primera, la inevitable ¿qué borraría yo de mi vida?, que ya da un rato para pensar. La segunda pregunta es más difícil, ¿qué borrarían de mí las personas con las que convivo a diario?, creo que no quiero conocer la respuesta. Después continúo con el juego, ¿y si nos hubiéramos sometido ya a ese proceso de borrado? ¿por qué no? no recordaríamos que han destruído parte de nuestra memoria, con lo que no podríamos asegurar que no sea posible. Un paso más, ¿haciendo desaparecer todos los recuerdos desagradables seríamos más felices?, ¿sería soportable un mundo en el que todo el mundo es feliz o necesitamos de la infelicidad del vecino para reafirmarnos en nuestra propia felicidad? por comparación, quiero decir. Y sigo, si no somos capaces de aprender de nuestros errores porque éstos han sido eliminados ¿estaremos condenados a repetirlos una y otra vez? quizá careciese de importancia porque cada error nos parecería el primero. Y podría seguir toda la noche. Pero que cada cual se haga sus preguntas y encuentre sus respuestas.

jueves, abril 13, 2006

Enciclopedia. "1001 películas que hay que ver antes de morir", de Steven Jay Schneider


Siempre hay alguien que se acuerda de los cumpleaños. En mi vida, siempre es la misma persona. Como cumplo un año, me lo ha recordado regalándome el libro mencionado en el título de este post. Se podría tomar como una indirecta: 'Estas son las películas que deberias ver y luego comentar en tu blog: ¿a quién se le ocurre comentar "Alien vs Predator"?'. Sin embargo, el título lo he asociado inmediatamente a "Las mil y una noches". Sherezade poniendole una película distinta cada noche al rey Shahriar. En algo menos de tres años, si eres formal y devoto, se ha completado la tarea. ¿Cuanto tardaría yo en ver 1001 películas? En un año he comentado unas cincuenta, pero probablemente he visto bastante más si cuento las de la televisión o las que no me han inspirado el menor comentario. Supongo que entre diez y quince años, sin llevar un ritmo ambicioso, tomándolo con calma. Claro, que muchas de las películas que aparecen en el libro ya las he visto. Abro al azar y descubro asombrado una película polaca llamada "El manuscrito encontrado en Zaragoza": no la he visto pero me han recomendado el libro. Abro por otro sitio: "El graduado". Esta sí. Otra: "Cita en San Luis". Esta no. ¡Hombre!, "El cazador". Esta muchas veces.
En fin, el libro da una crítica de cada película, ficha técnica y foto. El formato me gusta, es como un blog de casi 1000 páginas. Está ordenado cronológicamente y la primera es "Viaje a la Luna" de Georges Méliès (1902) y la última es "Million dollar baby" de Eastwood (2004, las de las últimas páginas las he visto todas).
Y el autor, Mr. Schneider, ¿las habrá visto todas?. Voy a la solapa del final y veo una lista de 58 colaboradores: cada crítica viene firmada con pequeñas iniciales. Lo mismo el también se muere sin verlas.

sábado, abril 08, 2006

"Palindromes", de Todd Solondz


Se denomina palíndromos a las palabras, frases, que son iguales leidas de izquierda a derecha y en sentido contrario. Como el nombre de la protagonista. Aviva. Así, para el director de la película palíndromo es lo inmutable, lo que no cambia, lo que es siempre lo mismo. Tu personalidad, tus caractéristicas físicas, incluso la opinión que de tí tiene la gente, esta determinada en tu código genético y no puedes hacer nada para cambiarlo. Durante la historia el personaje de Aviva lo van encarnando mujeres de distintas edades y razas: da igual, no puede cambiar su destino. De este modo se transmite la idea. Poderosamente. Nadie te puede ayudar.
Y con esta idea central se construye una historia de pedofilia, grupos antiabortistas, integrismo religioso, asesinatos. Brutal en ocasiones, en otras, plena de ternura e inocencia y que hay que observar con mucho sentido del humor. Al final, denuncia de una sociedad llena de prejuicios, cuyo dedo acusador primero condena y luego examina las pruebas y que busca, insensible, la cabeza de turco que exima de los pecados cometidos.

domingo, abril 02, 2006

"Jarhead", de Sam Mendes


Ultimamente he visto algún documental de una serie llamada "Diario de un reportero en Irak". En ellos, un periodista español llamado Unai Aranzadi, armado con su cámara, comparte misiones con una patrulla de marines. Les filma, les entrevista. Vive con y como ellos y estos le aceptan como a uno más y le cuentan sus cosillas. Mi chica me dejó, mi perro se murió, mi camioneta se estropeó. Hey man, you know?. De repente, desde no se sabe donde, les disparan. Carreras, gritos, tensión. Y aquí la cámara muestra la sinceridad más brutal. No hay película de guerra que capture una escena semejante, porque no hay actor que alcance ese nivel de improvisación. Te estan disparando, chaval. Agachate, que te van a dar.
"Jarhead" muestra a un grupo de marines desde que empieza su instrucción hasta que regresan de la primera guerra de Irak y vuelven a la vida civil. Vuelven decepcionados porque no han tenido ocasión de entrar en combate (son los rambos que todos los niños quieren ser cuando sean mayores, como cantaban Celtas Cortos: el otro día me enteré de que el que escribió "First blood", la novela en la que se basa "Acorralado", le puso el nombre de Rambo al protagonista por el poeta Rimbaud: qué cosas) y la película se pasa la mayor parte del tiempo contandonos cuanto se aburren. Mi chica me dejó, etc. Historias de la puta mili. Tiene cierto interés la parte que transcurre en el desierto, los cuatro dias que dura la guerra, con los campos petróliferos ardiendo y poco más. Será que aquella guerra no dió ni para hacer una película decente. Lo más "Tres reyes" que era entretenida.
Sam Mendes ha hecho películas muy buenas como "American beauty" y, sobre todo, "Camino a la perdición", pero esta se aleja bastante de su media. Debería coger una camara e irse ahora mismo a Bagdag, con Unai, a filmar la verdad.

martes, marzo 14, 2006

"Million Dollar Baby", de Clint Eastwood


Me hubiese gustado ver esta película sin conocer de antemano su desenlace, pero era difícil. Así que no acabé de meterme en la trama, no me emocioné con las victorias de Mo cuishle ni lloré al final. Es una pena que una película así no te toque algo dentro, porque, por lo demás, lo tiene todo: una buena historia interpretada por buenos actores, que no es poco.
Una chica que pelea (nunca mejor dicho) por cambiar la vida que lleva y que nunca se queja-como dice Morgan Freeman, al fin y al cabo una nariz rota no duele tanto-. Y consigue probar las mieles del éxito, oir a las masas gritar su nombre. Sí, cambió su vida. Y conociendo el desenlace (que yo no voy a desvelar) uno se pregunta ¿mereció la pena? Pues claro que sí.
La suerte que tiene Clint Eastwood como director es que siempre puede contar con un actor tan bueno como Clint Eastwood, y además, en este caso, con Morgan Freeman. Con un reparto así era difícil que saliera mal.

martes, marzo 07, 2006

Novela."Tokio Blues", de Haruki Murakami


Si la vida es el camino que, inevitablemente, conduce a la muerte, parece que en tokio blues es la muerte la que nos lleva a la Vida. A la Vida con mayúscula. A las vidas que se entrelazan, que se encuentran y comparten tiempos, experiencias, sentimientos. Cada personaje llega a Watanabe con un pasado, con una historia. Y son todas esas historias las que se van uniendo sin estridencias, como las distintas voces de una melodía que Reiko podría tocar con su guitarra.
No es una novela de amor. Es una novela con amor. Amor al amigo que ya no está, amor a Naoko confinada, amor a Midori. Es una novela con cartas de amor. El amor entre líneas.
Es una buena novela, de las que merece la pena releer de vez en cuando.

domingo, marzo 05, 2006

"Crash", de Paul Haggis


Historia de muchos personajes. Se parece mucho a una llamada "Gran Cañón", que vi hace unos años. Vidas entrecruzadas donde se mezclan todas las clases sociales. Muy buena.
Crítica a la convivencia en las sociedades modernas, donde lo que menos importan son las personas y lo que más se valora es la ambición personal: triunfar a toda costa. Racismo entendido como odio al otro, da igual su raza, porque los estereotipos te han condenado de antemano: triunfar significa dejar el barrio.
Personajes bienintencionados sometidos a los vaivenes de un destino que no pueden controlar y que los devora inevitablemente. "Me despierto enfadada todos los dias y no se por qué", dice Sandra Bullock.
Tensiones cotidianas que se transforman en violencia y que se transmite al espectador, el cual percibe que en cada momento la situación está a punto de estallar. Crash.
Esta noche entregan los Oscar y, que cosas, no habia visto ninguna de las nominadas a mejor película, en el año en que se cuenta que la calidad es mayor: dicen los americanos que solo les gustan a los críticos europeos, que estas películas no ganan dinero. Eureka.
Esta tiene 6 nominaciones: mejor película, mejor director, actor secundario, guión original, montaje, canción. Asi que espero que se lleve el de guión original por ser una historia compleja que se atreve a ser politicamente incorrecta (aunque no me ha gustado el final y algunos nudos se deshacen facilmente) y que el secundario se lo lleve Matt Dillon, que creo que es el actor que más aparece en el blog (si no, que se lo lleve Paul Giamatti por "Cinderella Man" que me alegraria igualmente).
Hala, mi miniquiniela de los oscar: me juego una cena con mi pareja. En fin, la película ganará lo que le dejen los cowboys amorosos, que no la he visto pero resuena en todas partes.
Hagan sus apuestas.

domingo, febrero 26, 2006

"La isla", de Michael Bay


Etica de la clonación, manipulación mental, paranoia del hombre moderno. Lo que parecia una película de ciencia ficción bastante buena, acaba siendo una de acción bastante mala. Al final, insoportable. La primera que vi de este director fué "La roca", que me gustó bastante. "Armaggedon" me pareció entretenida. Pero "Pearl Harbour" y esta de hoy, dos horrores. Buenos actores (Ewan McGregor y Scarlett Johansson así me lo parecen) desperdiciados. El dinero no creo que lo hayan tirado, seguro que han ganado bien de pasta. Además, creo que es la película, de las que he visto, que aparecen más marcas comerciales, como el que no quiere la cosa. Parece un desayuno de "Médico de familia".
Y todo esto de usar clones, cual tienda de ortopedia, el día que nos enteramos de que han congelado el ombliguito arrugado de la Herederísima, para conseguir que tenga un largo y feliz reinado. Estan a la última estos Borbones, tan católicos ellos. Tenemos un monarca de repuesto (por decir algo) metido en una nevera en Tucson, Arizona, dormidito entre Walt Disney, el cerebro de Einstein y un kilo de langostinos Pescanova. Debe ser una costumbre dinástica: dicen que por Mallorca circula algún clon del principe Felipe.
Pues eso, cada uno clona como quiere.

Concierto de Yann Tiersen

Rebelandose al destino de ser eternamente conocido por "el de Amelié", cambió sus valses por guitarras de rock, sembrando el desconcierto entre el público abrumado por decibelios inesperados. Y vió que era bueno. Pero lo otro era único: la escapatoria no será sencilla.

sábado, febrero 25, 2006

"La pesadilla de Darwin", de Hubert Sauper


La pesadilla de Dios.
Después de leer "El libro negro de las marcas", este documental ha proporcionado el ver para creer, la imagen que vale más que mil palabras. Y las lecturas de los libros de viajes de Javier Reverte, siempre buscando la verdad que se encuentra a cien metros de la puerta del hotel, en Tanzania, en el Congo. Dar-es-Salaam, lago Victoria, Zanzibar. Africa. Nombres de leyenda. Lunas de miel en paises exóticos para catetos indocumentados: paraisos robados. El colonialismo decimonónico sigue existiendo, con nuevas formas de depredación, y la finca del rey Leopoldo cada día es más grande; negreros de maletín y teléfono móvil.
Aviones rusos, los más grandes, de mala fama, llenos hasta rebosar de las riquezas de oriente, que realizan el viaje de ida cargados de armas igual que los galeones españoles volvian a América llenos de curas y ladrones. Hay que perpetuar el atraso y la pobreza, mantener la guerra y la corrupción, de modo que la explotación continue impune. Y al que quiera cambiarlo, dos tiros. Y al que escape de todo eso, trabajo esclavo en el primer mundo.
Y yo soy el criminal, el ladrón y el sinvergüenza. Y he escrito esto para que no se me olvide.
Nieve tras los cristales.

miércoles, febrero 15, 2006

Investigación periodística."El libro negro de las marcas", de Klaus Werner y Hans Weiss


"Su precio era de unos 25 dólares por unidad. No mucho. Por eso Amadou Bamba, el dueño de la plantación de cacao, se dio prisa en llevar dos. La primera de las mercancias compradas lleva el nombre de Abou, la segunda dice llamarse Adama. Abou y Adama tienen diez años. Desde que fueron adquiridos hace tres años por su actual dueño, ambos se desloman trabajando en sus plantaciones junto con veinte niños más de entre ocho y catorce años de edad. Trabajan sin descanso siete días a la semana, desde las seis de la mañana hasta las nueve de la noche. (...) Por paradójico que parezca, la culpa la tiene la riqueza del país: Costa de Marfil es el primer productor mundial de cacao. (...) no cuestan más que un plato de polenta diario"

domingo, febrero 12, 2006

Página de José Antonio Millán


Ultimamente no veo películas. Intento ojear periódicos y procuro no dejar de leer, aunque sea a deshoras y en lugares insospechados. Acabo de terminar "Días de infamia", de Michael Coffey, que trata de los errores militares que se cometieron en la Segunda Guerra Mundial, por uno u otro bando. Lo regalaba la revista Clio. Tiene varios capítulos, en orden cronológico de avance de la guerra y casi todos los temas que intenta explicar ya los conocía, excepto el desembarco que se produjo en el puerto francés de Dieppe, en agosto de 1942. En esta ocasión, dos años antes del desembarco de Normandía, el intento de entrada en territorio europeo por las tropas aliadas fué un tremendo fracaso. De 5000 hombres desembarcados hubo 3500 bajas, en su mayoría canadienses. Probablemente sirvió para no cometer los mismo errores el día D.
Me he desviado del tema por el que he empezado este comentario, y es apuntar una web en la que he caido casualmente, página personal del escritor José Antonio Millán, muy extensa e interesante y que merecerá otras visitas. Atención a las fotografías de medianeras.
Recomiendo la lectura de este curioso artículo para que sirva de faro a incautos futuros progenitores, ya que mi pecio no hay quien lo rescate: El besito
Sí, soy un quejica.

sábado, enero 28, 2006

"Before the rain", de Milcho Manchevski

Palabras. Caras. Fotos. Tres cuentos desdichados. Tres cantos funebres. Tres historias que convergen en un punto cerrando un círculo, sin atisbo de esperanza. Amores imposibles, rencores interminables, odio infinito. No es un círculo, es una espiral: no tiene fin. Nunca llegaste a Skopje.
Quién sabe.
Quizá algún día.

With a shriek birds
Flee across the black sky,
People are silent,
My blood aches from waiting

MESA SELIMOVIC

sábado, enero 21, 2006

"Match Point", de Woody Allen


Una furtiva lágrima. La infinita insatisfacción humana, que le ha conducido a través de milenios de evolución, buscando un estado imposible de felicidad plena. El sino de la especie. Lo tienes todo y sigues mirando de reojo la posesión de tu vecino. Si te paras te mueres.
Woody Allen engaña al espectador en el primer acto, ofreciendole de nuevo un vistazo a la vida de las clases altas, como en tantas otras de sus películas: da igual Manhattan que el centro de Londres: muchas galerias de arte, restaurantes selectos, suena opera en esta ocasión. Infidelidades y neurosis, parece lo de siempre; pero de repente construye una tragedia violenta, brutal, a escopetazos, el desenlace que nadie se espera. Y casi sin darte cuenta, te acaba de dar su lección anual de cine.

miércoles, enero 18, 2006

"La edad de oro", de Paloma Chamorro


Entre los años 1983 y 1985, la segunda cadena de RTVE (el UHF) emitió un programa semanal dedicado a las tendencias artísticas más vanguardistas. Literatura, comic, pintura y sobre todo música. Nunca vi ninguno. En casa sólo había un televisor, claro, un Emerson en blanco y negro que, por supuesto, no tenia mando a distancia. ¿Zapping? ¿Qué es eso? ¿Leer demasiados "Zipi y Zape"?
La segunda no se ponia nunca o casi nunca, menos un martes a la hora de la cena que supongo que la primera echaría "El hombre y la tierra", "Dallas" o algo parecido.
Nos quedaba la radio, con programas que ponian lo que le salia de las narices al locutor y no lo que le pagaban las discográficas. "Selector de frecuencias", "El pupitre de atrás". Mucha música española. Porque había una cantidad tremenda de grupos y todos tenian sitio en las ondas. En una ocasión Nando y yo nos pusimos a escribir en una lista todos los que conociamos y nos salió una lista tremenda. ¿Dónde habrá acabado esa lista? Y no me voy a poner a criticar el panorama musical español actual ("Operación triunfo" se llamaba "Gente joven", me parece que lo echaban los domingos después de misa, a la hora del vermuth. Pocos discos vendian)
Acabo de ver el primer programa de "La edad de oro". 17 de Mayo de 1983. "Kaka de Luxe", "Radio Futura", "La Mode", "Parálisis Permanente". Ahora tengo muchos discos que en aquellos años no pude comprar asi que debe ser lógico que pueda ver los programas de televisión que entonces no pude, aunque fueran gratis. Una joya. Y tengo unos cuantos más. Puta nostalgia.

domingo, enero 15, 2006

"Crimen ferpecto", de Alex de la Iglesia


Comedia negra de autor. En esta se relatan los problemas de un dependiente de grandes almacenes que se ve manipulado por una compañera de trabajo que le quiere 'locamente'. Como en "Misery". A este director le gustan los personajes inadaptados y un tanto freakies, que retrata exageradamente mediante el uso de clichés convencionales de comportamiento. La película critica el matrimonio clásico, los ambientes laborales competitivos, el consumo desmedido, el amor por conveniencia, pero le sale muy machista y eso le quita un poco de gracia. Eso y la falta de naturalidad al actuar de Guillermo Toledo, que se ve superado por Mónica Cervera que hace una actuación histriónica y desmesurada que le va bien al papel. Lo más divertido quiza sea la aparición de la hermana de la chica en la cena. Ahí si me he reido.
No esta en lo mejor de este director, que te suele dar una de cal y otra de arena: "La comunidad" o "El dia de la Bestia", a la que me ha recordado en algunas escenas como la estampida de la multitud en el incendio del centro comercial o el accidente de la noria, frente al bodrio sinsentido de "800 balas" o la pesadez de "Perdita Durango". Francamente, a mi "Muertos de risa" no me pareció tan mala.